A las siete en punto de la mañana de un caluroso mes de junio empieza la rutina diaria en tres hogares de la ciudad condal. Blanca, a pesar de no trabajar, se levanta para atender a Sergio y a sus tres hijos. Aparentemente son una familia de anuncio. La vida siempre les ha sonreído, no como a sus padres, Anselmo y Adela, quienes ni siquiera comparten dormitorio. A esa misma hora, Rebeca, la joven y fiel secretaria de Sergio, ya hace rato que trabaja para olvidar su soledad.