04/05/2020@16:00:00
Mientras escribo estas líneas presiento que cuantos hemos librado hasta ahora de la infección nos hallamos suspensos sobre una inquietante espera. La percibo en las conversaciones telefónicas con mis amistades; en todas se mencionan planes de futuro, pero azuzados por un oscuro desasosiego: el ansia por palpar cómo será la cotidianidad el día que se decrete eso que las autoridades llaman con el orwelliano título de “nueva normalidad”; que basta con pronunciarlo para que resulte del todo atemorizador.