05/01/2023@06:00:00
If metaphysics is the morningtide of art, and if the whilom is arrayed by the minion ideas of soul (“Seele”), world (“Welt”) and God (“Gott”), and if these flapping cloddish concepts are the tokens of the three main cravings of the human mind, videlicet, the setting of strong adjectives, the hoisting of stout hypotheses, and the blurbing of cosmogonies and apocalypses, then artists are those who can depict objects by means of an original garb, arrange them in an unmovable manner, and homogenizing them without lacking of accurateness. An artist is, ere all, one indued with the wit to beget a new sleight, to contrive hallowed dispositions, and to harmonize sundry objects within a tale.
Tras permanecer inédita durante casi noventa años, se publica por primera vez la traducción de J.R.R. Tolkien de "Beowulf", el famoso poema épico del siglo XI sobre uno de los grandes héroes de la literatura anglosajona. Beowulf incluye un extenso comentario de Christopher Tolkien sobre las notas de las conferencias que dio su padre acerca del poema, además del relato escrito por J.R.R. Tolkien "Sellic Spell", también inédito hasta la fecha.
I’ve been weening the time-honored distinction between ancient and modern art. Time, I guess, isn’t a keen concept to split art. I’m going to talk a bit about this. Will we be “modern brethren” within ten thousand years? This discussion could endlessly be enlarged. I would like to hie the piebald literary connoisseurs to regard the microscope, or rather the microscopical worldview, which was well imprinted on the curious minds of the Greek pointy-heads (the phrase “οφθαλμος σου απλους” in Matthew 6: 22, and the word “καρδια” in Matthew 6: 21, evoke microscopical images) and on the minds of a Leibniz, of a Newton, as the hallmark of the said artsy rivers.
Vibria o Cuélebre, Tarasca o Herensuge, el gran Draco Magnificens es algo más que el monstruo de los monstruos. Espejo de todas las cosmogonías, pero también de nosotros mismos, en su último libro -Aquí hay dragones- Álvaro Bermejo documenta las Sendas de Dragón que cubren toda nuestra geografía. Tal vez los primitivos guanches hubieran interpretado la erupción del Cumbre Vieja como el despertar de su viejo dragón. Tal vez la pandemia que nos ocupa sea otra emanación suya. El aliento del Fin de los Tiempos.
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Desperta Ferro. 2024
Una nación, una identidad, una lengua y un pueblo unidos bajo un mismo Dios. Investigar el origen de Inglaterra nos lleva a las neblinas del pasado, a los agitados tiempos que siguieron al final de la Britania romana, así como a la llegada de aquellos que supieron reconocer oportunidades en medio de la miseria. Estos individuos forjaron reinos con su valentía y espada, superaron las difíciles pruebas de las invasiones vikingas y sentaron las bases del poder político y religioso que caracterizaría a Inglaterra en los siglos venideros.
Algo alejado de nuestra historia, nuestros mitos y nuestras leyendas, así es como ven muchos lectores de este país la literatura fantástica. No ha calado tan hondo como en las naciones anglosajonas, donde sus autores gozan de prestigio mundial y usan sus propias mitologías. Aquí la magia de las grandes sagas sufre el atropello del realismo; se da la espalda a una larga tradición mitológica de origen celta, relegada al olvido. No en vano nuestro principal cantar épico, el Mío Cid, es considerado el más verista de toda Europa.
Miguel A. Badal Salvador es un joven escritor nacido en Valencia en 1978, aunque sus raíces proceden de Teruel y de Cuenca, ciudad esta última en la que ha vivido durante buena parte de su juventud, después de pasar casi toda su infancia en la pequeña localidad de Cañete. Actualmente ejerce como profesor en el Colegio Jesús-María de la Fuensanta (Valencia), aunque dedica gran parte de su tiempo a la investigación histórica y ha publicado diversos artículos en prensa y revistas.
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