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Azucena del Valle

09/06/2023@06:06:00
Está claro que a Azucena del Valle las nuevas tecnologías la vienen grande. Ahora todo es 2.0, pero ella más castiza que un chocolate con churros lo entiende como 2,0; lo del punto le suena a yankilandia, ¡Eso la pasa por escuchar detrás de las paredes! Así, su artículo "¡Aquí no hay quien viva 2,0!" es un fiel reflejo de lo que se vive en las casas con tabiques de pladur. Como no las insonorice va a tener el sueño alterado de por vida. Esperemos que pruebe con la melatonina que al tenista griego Stéfanos Tsitsipás le vino muy bien contra Carlitos Alcaraz; no se quedó dormido de pie porque los raquetazos que pegaba el murciano eran de campeonato de Roland Garros y además, los acompañaba con más gritos de los que dan sus vecinos cuando están con el furor uterino subido.

Ya lleva unos días abierta la Feria del Libro de Madrid. Este año está teniendo mala suerte, porque algunos días han caído chuzos de punta y hasta los autores han tenido que sacar los paraguas dentro de la caseta. Como dice un amigo nuestro: sacar libro y ponerse a llover, por lo menos si la tierra se moja habremos ganado algo. Nuestra Azucena del Valle nos cuenta lo que entiende por Feria, que no es lo mismo la de Abril en Sevilla o la del ganado en su tierra abulense a la de los libros de los madriles. Así que, como dice ella, ¡Vamos pa la Feria! aunque sea pasada por agua, como los huevos del otro día.

Recuerdo que en mis años mozos el grupo "Los Sirex" tuvieron un éxito rotundo con "Que se mueran los feos" y en la canción podíamos escuchar a esos catalanes graciosos que ellos perferían que: no quedase ni uno. En esta ocasión, nuestra querida Azucena del Valle nos habla sobre los feos y los feismos en "Esclavos del ídem". Menos mal que no habla sobre los feísimos que somos algunos porque entonces no se lo habría publicado. Según ella, tan pizpireta como siempre, nos invade una ola de feísmo de las tribus urbanas que pueblan nuestras ciudades. Los que somos de pueblo, y somos paletos serranos, simplemente somos feos, pero de cojones. Si esto sigue así algún día me tendré que apuntar a un gimnasio.

No sé, como dice Azucena del Valle en su artículo "HUEVOS HABEMOS, MÍO CID...", si los huevos los puso de moda Felipe Trigo, Federico Trillo o aquel gran humorista por mal nombre Chiquito de la Calzada que decía "no te digo trigo por no llamarte Rodrigo". A mí, que soy muy europeo y carpetovetónico, me gustan los huevos de la regla de los benedictinos aunque no descarto una buena tortilla con una docena de huevos como se zampaba mi amigo Urbano, que tenía nombre de papa. En el artículo, tenemos todos los tipos de cómo se pueden preparar los huevos. Como dicen los canarios: todos los días un huevo por lo menos o era un plátano.

Después de un par de meses de vacaciones en el paraíso caribeño de Punta Cana, regresa nuestra Azucena del Valle más sarcástica y ácida que nunca con su relato "La responsabilidad de la Manada". Hay que tomarse muy en serio todo lo que dice.

En esta ocasión, Azucena del Valle nos descubre en "La serpiente y la luciérnaga", una fábula nada menos que tailandesa, que hay personas castrantes y que necesitan parecer superiores a sus parejas para encontrarse a sí mismos. La luciérnaga demostró su arrojo y podrá brillar sin ayuda de nadie, toda una lección para las personas que carecen o tienen poca autoestima. Sigamos el ejemplo de la luciérnaga tailandesa...

La polémica de reescribir ciertas obras literarias con lenguaje inclusivo ha saltado esta semana en todos los medios de comunicación. La plataforma televisiva Netflix, que está viviendo sus peores momentos desde su creación debido a ciertas decisiones empresariales, se ha impuesto el trabajo de reescribir las obras infantiles del gran escritor británico Roald Dahl. Parece ser que palabras de tan grueso calibre como gordo o feo van a estar prohibidas escribirlas. ¿Es o no es censura? Veinte conocidos escritor@s nos dan su opinión. La polémica sigue al rojo vivo.

La poliédrica Azucena del Valle se ha quedado a gusto escribiendo "¡CRY MACHO!" Nunca la vi tan polémica y militante, y canta las verdades al barquero del estanque del Buen Retiro, que sé que el otro día estuvo paseando por allí. Aboga en su relato por la igualdad de sexos en todo su esplendor porque prejuzgar es fácil, pero casi siempre se equivocan los que se comportan así. Se muestra contraria a la manipulación de cifras, los del INE se tendrían que ir a sus casas a llorar por mostrar solo un lado de la realidad.

Entre la muñeca hinchable que nos mostró Luis García Berlanga en "Tamaño natural", con un Michel Piccoli excelso, y el "Adiós, muñeca", de Raymond Chandler; yo me quedo con Humphrey Bogart cuando llámaba muñeca a sus partenaire en sus películas; ya que soy más de novela negra y de películas en blanco y negro. Hoy Azucena del Valle, nos cuenta en "Mi novio me llama muñeca..." todas las acepciones que tiene esa palabra y lo hace sin feminismos ni machismos porque, al fin y al cabo, todos tenemos nuestra parte femenina y masculina.

En el nuevo relato de Azucena del Valle "¿Cuerna, asta o amor libre?" creía que nos iba a hablar sobre las dos orejas y rabo que el otro día cortó Morante de la Puebla en la Feria de Abril de Sevilla, ayer le despidieron a gorrazos en las Ventas, pero no. Azu nos habla sobre el amor libre y la cornamenta que se ponen algunas parejas. Yo ya no sé si eso del poliamor está de moda y eso que me vi la película de "Poliamor para principiantes", para documentarme; me temo que no me enteré de nada. Con el artículo de Azu, menos.

Desde luego, Azucena del Valle ha venido de sus vacaciones caribeñas más joven y pendenciera que nunca. Hoy ajusta cuentas en "Sacudirse la soledad" a todos aquellos que sufren alexitimia, que yo no sabía lo que era hasta que ella me lo ha dicho reforzado con un capón en las meningues meningíticas que tengo de toda la vida. El tema de la soledad es peliagudo, el mundo está cada vez más lleno de singles, pero a todos les gusta que su cama esté caliente, unos utilizarán una botella de agua caliente y otros... a quien tengan más a mano.

La polémica que ha armado Netflix al reescribir las obras del escritor británico Roald Dahl ha sido monumental. En esta publicación, nos han dado su opinión 20 escritores, solo uno de los que hemos preguntado no ha querido hacer declaraciones por temor a represalias y lo sustituimos rápidamente por cobardón. La propia Azucena del Valle se mostró contraría a esa barbaridad en el artículo "¿Se deben reescribir los libros con lenguaje inclusivo? Veinte escritores nos responden a esta pregunta" y en "Recucitando a Torquemada" cargas las tintas contra todos los apocalípticos del lenguaje y la literatura. Torquemadas han habido muchos en la historia, pero ninguno como Goebbels. En ningún caso, quemar los libros es la solución, más bien el problema. El pensamiento ha de ser libre y los escritores se deben acoger a este principio. Nosotros así lo hacemos, hubiesemos censurado los relatos de Azu y sus amigas la Vani y la Puri una y mil veces, pero no lo hacemos pese a su lenguaje descarado, faltón y poligonero. Sustituyan estos calificativos por otros más inclusivos ustedes mismos.

Hoy Azucena del Valle llega con "Torreznos de Soria" para contarnos una historia de las deslenguadas Puri y Vani, que cada día hablan, que no escriben, peor. "El dinero lo compra casi todo", nos dice la autora. Pero Oscar Wilde escribió hace mucho tiempo que "las mejores cosas del mundo son gratis, y las segundas mejores son muy caras". Así que, mejor tener pasta para comprar esas segundas cosas por lo que pueda suceder si se te dan mal las mejores cosas.

Para nuestra Azucena del Valle del Tiétar, "el corazón tiene razones que la razón no entiende", tal es así que cuando tomamos muchas decisiones nos equivocamos y lo acabamos pagando. En "El futuro es... ahora" nos invita a encontrar el sentido y el próposito de nuestra existencia; bueno, por lo menos eso es lo que dice ella. Si lo leen, algo aprenderán, como yo.

Azucena del Valle se vuelve a poner seria y trascendente en su nuevo relato ¡Maldito parné! Que si la dignidad no tiene precio, que si el amor mueve el mundo, que si todos tenemos libertad para elegir. Azu muchos no pueden ni elegir, basta mirar a Ucrania o al Tercer Mundo. En Occidente somos unos privilegiados y vivimos ajenos a muchas miserias que hay en nuestra propia ciudad. Y si no que se lo digan a Aitana, el nuevo fichaje de la Vani.