Lo primero que llama la atención del volumen que nos ocupa es el propio título, "Malas compañías", merecedor del XVII Premio de Poesía “Blas de Otero” 2005 del Ayuntamiento de Majadahonda, parece aludir a las dos caras de una misma moneda: por una parte a la influencia negativa de personas nocivas, y por otra al maquiavélico interés que gobierna el devenir de empresas que explotan recursos económicos y humanos, por tanto nos hallamos ante un texto con vocación de denuncia, que pone el acento en cuestiones eternas: la vida y la muerte, el tiempo y el destino.