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artículo literario

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
04/04/2023@11:11:00

El benemérito escritor abulense José Antonio Hernández de la Moya, Socio de Honor de la Sociedad Cervantina de Esquivias y miembro de RTVE, galardonado, inter alia, con el primer premio de la IV Edición del Certamen literario Relatos X Justicia, autor de sobresaliente serie de «El Espíritu de la transición», «El espíritu de la Navidad», la novela «Yo, abo. Un viaje de autodescubrimiento y al metaverso», y ahora nos presenta perlas de sabiduría en su obra maestra: Apuntes de sabiduría: una guía para despertar de la Consciencia, divulgada por el excelente Grupo Editorial Amarante (2021), y dedicada a «todos los hombres y mujeres que anhelan un mundo más justo, solidario, armónico y feliz» (J. A. Hernández de la Moya, 9).

Hagamos abstracción de lo ideológico. ¿A qué asistimos durante la moción de censura protagonizada por Ramón Tamames? Más que a un debate político, a una escena quijotesca cruzada con otra pedagógica. Un Don Quijote de 89 años, sin otra armadura que la de un viejo profesor, daba su última lección, en fondo y forma, a un Congreso de adolescentes.

"Obviamente, doctor, usted no ha sido nunca una chica de trece años”. Habla Cecilia, la menor de las cinco hermanas Lisbon, protagonistas de la novela ‘Las vírgenes suicidas’. Jeffrey Eugenides reconstruye el suicidio secuencial de las cinco en el próspero Michigan de los ’70. Aparentemente, sin otra causa que los trastornos de la pubertad. Sucede otro tanto con la pandemia silenciosa que no deja de expandirse en nuestro país. Dos mil fallecimientos por autolisis en 2004, cuatro mil en 2022. Un crecimiento exponencial.

GALERÍA DE ESCRITORAS SINGULARES

En la obra de Lidia Chukóvskaia destacan sus ensayos de contenido social, político y literario, redactados con una gran habilidad expresiva. Defensora de los derechos de las mujeres durante décadas convulsas en su país, escribía para resaltar y otorgar el papel que correspondía a sus compatriotas.

Aunque la guerra de Ucrania pueda convertirse en cualquier momento en la más irreparable catástrofe sufrida por el género humano, observo con estupor la pasividad occidental para promover un provisional armisticio que, al menos, disipe el peligro y procure algún endeble sosiego entre los contendientes; es más, allá donde mire, tanto da que sea una venerable cabecera periodística o un respetable gobierno democrático, encuentro solo un velado empeño por alentar los combates, o lo que es lo mismo: por ver caído y descuartizado al gran oso ruso, olvidando que el ogro, al verse acorralado y al borde de la derrota, puede tener la tentación de pulsar el botón rojo; ¿o acaso alguno de nosotros ignora el viejo y grosero refrán de «para lo que me queda en el convento…?»

Yo no soy lingüista. Solo sé algo de Filosofía, algo de Derecho Penal y Penitenciario y algo de Criminología. De lo demás, ni puta idea. He pasado, de manera demostrable, no tirándome el farol, cuarenta años en la cárcel y eso me da cierta autoridad para hablar de algunas cosas. El lenguaje – más como elemento de unión y de comunicación que de aislamiento- es esencial. Distingue al ser humano de otros animales que tienen algunas capacidades muy superiores a nosotros: la vista, el olfato, la sensibilidad, la velocidad, la resistencia, la capacidad de sobrevivir…

Una imagen, la de Juliette Binoche, que recibirá el Goya Internacional en la gala del próximo sábado. ¿Qué carta del tarot podría representarla? Me lo pregunto mientras celebro el centenario de Italo Calvino releyendo uno de sus libros, tan profético como los que integran su trilogía sobre ‘Nuestros Antepasados’.

Con el perfeccionamiento de los deepfakes —válganos como ejemplo, el popular anuncio de las cervezas Cruzcampo con una reproducción digital de Lola Flores, de quien, dicho sea de paso, este año se cumple su centenario— y la aplicación de estas figuras artificiales pero ya con una notable autonomía para desempeñar con solvencia un buen repertorio de tareas y servicios, más la inminente implantación del Metaverso como un mundo paralelo donde realizar una multitud de actividades —especialmente financieras—, no es disparatado suponer que muy pronto nos resultará indiscernible la realidad de lo virtual. Naturalmente; ante un acontecimiento tan capital, se suscitan algunas preguntas ineludibles: ¿qué papel jugará el hombre en esa realidad transida de simulaciones? ¿Cuál será su concepción del mundo?

Así la calificaba el informe policial remitido a la Junta de Defensa Nacional, en Burgos, el 2 de julio de 1937, desde Segovia, donde se hallaba refugiada de la catástrofe bélica en una casa de alquiler con su hija, Jimena Menéndez-Pidal, su yerno, Miguel Catalán, y su nieto, Diego; y no era para menos porque la singularidad de doña María no podía sino suscitar las escamantes suspicacias de unos, y la arrebatada admiración de otros, pues a ninguna persona informada, su figura dejaba indiferente.

Alguna vez ya lo he dicho. O por lo menos lo he pensado. La trayectoria de Michel Houellebeq es diametralmente opuesta a la mía, aunque en ciertos aspectos resulte semejante. Su estreno como novelista fue tardío, como también me ocurrió a mí. Aquel primer libro suyo, Ampliación del campo de batalla, obviado por la crítica de su país, interesó sin embargo muchísimo a algunos obstinados lectores; un club que ya no ha dejado de crecer nunca, rebasando las fronteras galas y extendiéndose hasta el mismo alfoz de nuestra superpoblada aldea global.

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
El benemérito historiador Francisco Romero Morales, autor de los excelentes artículos-, entre ellos, sobre «La cédula real de un clérigo de Villalba del Alcor para pasar a las Indias» (3 de abril de 2022); «El naufragio de Nuestra Señora del Juncal» (16 de febrero de 2022); «Santa Águeda en Villalba del Alcor. Algunos datos» (17 de enero de 2021); «Nuevos datos sobre la pintura mural de la iglesia de San Bartolomé de Villalba del Alcor» (17 de julio de 2020); «Historia de la Hermandad de la Virgen del Carmen» (17 de mayo de 2018); «Personajes históricos de Villalba del Alcor en Chile: genealogía de los hermanos Benítez Robles» (7 de mayo de 2018);- descubrió un nuevo documento sobre la estancia del Manco de Lepanto en Villalba del Alcor, difundido en «Cervantes en Villalba del Alcor» (22 de julio de 2022).

En el año 1966, el Centro de Estudios Alcazareños, con la dirección de Manuel Rubio Herguido, editó en su cuaderno de temas alcazareños Noria varios artículos del cervantista alcazareño Francisco Saludador Merino, con esta intención:

Es mi propósito exponer algunos datos históricos que la diuturnidad del tiempo borra de la memoria de los hombres y hace aparecer a las personas y las cosas distintas a como en realidad fueron. Hecho ineluctable y que sólo desciframos cuando, ahondando en la materia, vemos que la mayor parte fueron desvanecidos adrede.

GALERÍA DE ESCRITORAS SINGULARES

En la actualidad, la figura de Marlen Hausfer está siendo revisada por la crítica especializada dada la influencia que ejerció en otras mujeres. Encontró su sitio profesional después de muchos años de escritura intentando hacerse un hueco en el panorama literario masculino.

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

El benemérito historiador Don Sabino de Diego Romero, Presidente de la Sociedad Cervantes de Esquivias, ex alcalde de Esquivias, y autor de excelentes libros y artículos, entre ellos, Genealogía de Fray Francisco Ximénez de Santa Catalina, fraile de la Santísima Trinidad de Calzados, natural del Lugar de Esquivias, que fundó un hospital en Túnez (2014), Cervantes y Esquivias, lo que todos debemos saber (2018), y Catalina. Fuente de inspiración de Cervantes. Análisis biográfico sobre Catalina de Salazar y Palacios (2015), descubrió nuevos documentos inéditos sobre el barbero Mease Nicolás, de la obra más destacada de la literatura universal del «Rey de la Literatura española».

Quizá les extrañe el título, pero así fue; durante algunos años de mi vida la Biblioteca Nacional se convirtió en mi socorro y hasta en el aliviador cobijo contra mis estrecheces. Era entonces su director Luis Alberto de Cuenca, a quien debo —aunque él ahora ni lo recuerde— el carnet de investigador que renuevo de tanto en tanto y que en aquellos días resultó el visado imprescindible para ganarme el sustento.