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artículo literario

10/02/2020@11:35:45
Como ya van dos consecutivos, siento la desazón de que, al elegir otro centenario como objeto de estas líneas, les suene a salvavidas de articulista sin recursos. Y sin embargo, la ocasión lo merece, pues se trata de Luces de bohemia, que pasa por ser la pieza teatral más importante del siglo pasado —y, tal vez, hasta del presente— en las letras hispanas.

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

El héroe de Lepanto, «católico y fiel cristiano» (El Quijote, I-XIX), y lector de unas Horas de Nuestra Señora, el 4 de junio de 1593 en Sevilla, no solo afirmó ser «hijo y nieto de personas que han sido familiares del Santo Oficio de Córdoba» (K. Sliwa, Documentos, 262-63), sino también aseveró creer «firme y verdaderamente en Dios y en todo aquello que tiene y cree la Santa Iglesia católica romana» (El Quijote, II-VIII), y estar en Roma, donde «besé los pies al Sumo Pontífice, confesé mis pecados con el mayor penitenciario, absolvió me de ellos, y dióme los recaudos necesarios que diesen fe de mi confesión y penitencia… visité los lugares tan santos como innumerables que hay en aquella Ciudad Santa» (La española inglesa).

Ya sabrán que el lunes pasado se cumplieron cien años de su nacimiento y tal vez que en su pueblo, Rímini, se ha inaugurado una ruta felliniana que va desde el cine Fulgor, en el corso d’Agusto —esa calle mayor que retratara en Amarcord (1973)—, hasta el castillo de Sismondo, a unos trescientos metros, según se sube desde el cine por la vía Malatesta.

Tal vez por aquello de que a la fuerza ahorcan, nos hemos habituado a calificar nuestra actualidad mediática con términos teatrales que oscilan desde la tragicomedia al esperpento. Pero, en realidad, la prefiguración de este escenario de la temperatura nacional, donde la vida parece cualquier cosa menos un sueño, se estrenó hace cuatro siglos de la mano de un implacable clérigo, paladín de furia integrista de la Contrarreforma y sin embargo padre de un hijo ilegítimo, portavoz de una multinacional llamada Monarquía Hispánica y víctima de su propia ortodoxia.

Nunca olvidaré aquel invierno. Me hallaba en el dispensario del cuartel, entre una pareja de MIR, viendo por tercera o cuarta vez Vidas rebeldes (1962), de John Huston, cuando, a su conclusión, el noticiario de la medianoche nos anunció que acababa de fallecer Carlos Barral, y un mes después, la misma tarde que regresaba a casa, con el trámite engorroso de la mili cumplido, el telediario difundía la muerte de Jaime Gil de Biedma.

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

Los nuevos testimonios legales, descubiertos por el madrileño Emilio Maganto Pavón, ex profesor asociado de la Universidad de Alcalá de Henares, legitiman definidamente que Isabel, hija de Ana Villafranca y Rojas, tenía familiares en Quauhtlemallan, «lugar de muchos árboles», Reino de Guatemala del Virreinato de Nueva España.

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

Miguel de Cervantes Saavedra no solo rezaba, leía y enseñaba la Biblia, sino también componía y estrenaba sus obras «en alabanza de Nuestro Señor, de su Bendita Madre, del Santísimo Sacramento y otras cosas santas y devotas», durante el cautiverio en Argel.

La Navidad es la fiesta que más se celebra, la más antigua y la más unánime, en todo el mundo occidental. Su origen data del siglo IV, cuando la Iglesia impuso el nacimiento de Cristo como “Luz del Mundo”, sobre las fiestas paganas que festejaban el renacimiento del sol, en el solsticio de invierno.

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
Conforme a mi artículo «Miguel de Cervantes Saavedra quiso emigrar dos veces a América Latina» (eHumanista, 2013), y no una vez como lo anuncian equivocadamente algunos eruditos. La carta autógrafa, del 17 de febrero de 1582 en Madrid, del autor de Las novelas ejemplares (1613) dirigida «al ilustre señor Antonio de Eraso, del Consejo de Indias de Lisboa», documenta que Cervantes pidió una vacante en el Nuevo Continente, y confesó que se entretenía «en criar La Galatea», la primera novela pastoril (K. Sliwa, Documentos, 124-25).

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

Los documentos legales convalidan indiscutiblemente que el comisario del «Rey Católico» quiso emigrar dos veces a América Latina y no solo una vez como lo propagan algunos eruditos erróneamente («Miguel de Cervantes Saavedra quiso emigrar dos veces a América Latina» (eHumanista, 2013). La carta autógrafa, del 17 de febrero de 1582 en Madrid, del autor de El Trato de Argel (1582) remitida «al ilustre señor Antonio de Eraso, del Consejo de Indias de Lisboa», documenta que Cervantes pidió una vacante en el Nuevo Continente, y confesó que se entretenía «en criar La Galatea», la primera novela pastoril (Sliwa, Documentos, 124-25).

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

Conforme al excelente libro La antemuralla de la Monarquía. Los Tercios españoles en el Reino de Sicilia en el Siglo XVI (Madrid, 2010), del benemérito historiador Carlos Belloso Martín, Universidad Europea Miguel de Cervantes, el héroe de Lepanto y su hermano Rodrigo, soldados de la compañía del capitán Manuel Ponce de León (1539-1549) del Tercio del Maestre de campo Diego Enríquez de Castañeda y Manrique (1535-1601), invernaron en la isla Μελίτη, «dulce como la miel», entre 1573-1574, sede de La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.

«Si usted está buscando un camino usted ya está en el camino» estas palabras del cabalista Shalom Sharabi (1720-1770) nos sirven para adentrarnos en dos obras que pretenden acercarnos a nosotros mismos. «La cábala. Psicología del misticismo judío» del Presidente de la Asociación Cultural Judía de España Tarburt Sefarad Mario J. Saban y «Asimetrías. Hibridismo y retroprogresión» del Ingeniero Industrial y Filósofo Salvador Pániker (1927- 2017) Al pasar sus páginas nos encontramos con dos obras que abarcan temas completamente diferentes pero mientras una nos habla del Misticismo judío y la Psicología en su volumen Pániker nos ofrece distintos temas que son totalmente complementarios aunque enfocados bajo un matiz o un punto de vista diferente.

Recogemos aquí una exposición en torno al escritor Quevedo y su relación con la sociedad de su época. La dividiremos en tres partes, a saber: “El hombre, la sociedad”; “La crítica como ‘función’ social” y “Obra y vinculación cívica”.

Fue hace unos años cuando en la ciudad de La Coruña tuvimos la presencia del escritor Mario Vargas Llosa. Aún no le habían dado los distinos premios que ha recibido como el Nobel o el Cervantes que vinieron después. Sus novelas, Lituma en los Andes o La tía Julia y el escribidor o sus memorias Como pez en el agua nos han «perseguido» una tras otra al hablar de escribir y de lo que se ha llamado «la vocación de escritor» Juancho Armas Marcelo en un programa de televisión no solo llevó su biografía (realizada por él) en torno a su obra y a su «Vicio de Escribir» sino que en sus manos portaba casi toda la obra de este autor.

El nuevo documento inédito del 11 de diciembre de 1591, de capital importancia para la biografía documentada del autor de El Quijote, descubierto por el historiador burgalés Alfonso Dávila Oliveda, trata de los comisarios de Friedensfürst, Miguel de Cervantes Saavedra y su compañero Diego de Ruy Sáenz, quienes estuvieron en Archidona.