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artículo de opinión

13/10/2023@11:11:00
Del 6 al 8 de octubre me honraron dedicándome la 17 Feria del Libro Hispano/Latino en Queens, Nueva York. Tres días de paz, inmerso en el océano de 50 escritores, cerca de los sin papeles que continuaban durmiendo en las calles esperando que el manto de la poesía los arropara.

Hoy, Azucena del Valle habla en su artículo de una película que ha creado tanta expectación como polémica, estamos hablando de SOUND OF FREEDOM. Costó mucho que las distribuidoras apostasen por el estreno de la misma y tardaron años en decidirse. El tráfico de menores y la pornografía infantil es una gran lacra de nuestra sociedad que las autoridades no han sabido atajar. Es más, algunos gobiernos como el español han rebajado las penas de estos criminales sociales. Ya es hora de que las personas que cometen estos crímenes sean perseguidos como se merecen y se acaben con estas mafias que juegan con la vida de los más pequeños.

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Sabemos qué es el machismo y el feminismo, pero ¿qué es “el hembrismo”? Apenas tenemos una aproximación ilustrativa gracias a Bertín Osborne. Al cantante se la han vuelto a meter doblada (y viceversa). Sus dos últimas conquistas (una de ellas embarazada) han cantado la Traviata en los platós previo pago (no mucho, el caché del famoseo está muy jodido).

Tras el diluvio universal, los herederos de Noé se establecieron en la llanura de Senaar. Era la tierra toda de una lengua y de una misma palabra. Y dijéronse unos a otros: “Vamos a edificar una ciudad y una torre cuya cúspide toque a los cielos y nos haga famosos”. Bajó Yavé a ver la ciudad y la torre que estaban haciendo los hijos de los hombres y se dijo: “He aquí un pueblo uno en que tienen todos una lengua sola. Se han propuesto esto y nada les impedirá llevarlo a cabo. Bajemos, pues, y confundamos su lengua de modo que no se entiendan unos a otros”. Por eso se llama Babel, porque allí confundió Yavé la lengua de la tierra toda, (Genesis, 11-1/9). Según Nácar y Colunga, estaban unidos y la unidad de lengua les daba fuerza y les permitía desafiar a Dios, pero la diversidad de lenguas era causa de aversión y de división.

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Seguro que te ha pasado alguna vez. Vas a fregar los platos y previamente quitas los residuos. Es fascinante observar la atracción fatal que el desagüe del fregadero ejerce sobre ese trocito de cebolla kamikaze. La persigues desesperadamente para impedir que se cuele a través del filtro, pero es inútil.

Confieso que he hecho trampa antes de empezar. Pero si titulo este artículo “etiología de las falacias populistas” no lo lee ni Petete, y usted ya lo está leyendo. Espero que la confesión consignada en la primera línea no le contraríe tanto que desista de continuar con su lectura. Verá como al final hay premio. Admito que para escribir el título he jugado con la ambigüedad del genitivo preposicional, objetivo o subjetivo, del castellano, buscando dar un golpe de gong al principio que anime a un número suficiente de lectores a franquear el pórtico de las mayúsculas. Pongamos un paralelo: “El miedo de los persas”. ¿A qué se refiere? ¿Es el miedo que los griegos tenían a Jerjes y a los suyos o, por el contrario, el miedo que les tenían los persas a los griegos? El miedo de los persas puede significar cualquiera de las dos cosas. Pues aquí pasa lo mismo. La mentira de la democracia española no implica que la democracia en nuestro país sea falsa –de hecho voy a sostener exactamente lo contrario- sino que, siendo una verdadera democracia, contiene una falacia. Veamos cuál.

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Si una imagen vale más que mil palabras, a ver si nos fijamos a qué gente le estamos pagando el sueldo. Yolanda Díaz se ha entrevistado en Bruselas con Puigdemont ¿Y qué decimos? Ignominia, traición y estrategia hipócrita de Moncloa desmarcándose del encuentro.

El beso nefando que distinguía a los adoradores de Satán. El beso templario, un equívoco beso entre caballeros. Y el que los armaba como tales, recibido de los labios de su señor con todas las bendiciones. Ciertamente, ya en la Edad Media el beso comportaba atributos ambivalentes. Jean Gerson se duele del signo de los tiempos: “No hay ninguna virtud que se haya perdido más que la ‘discretio’”. Discreción, delicadeza. Lo que tanto le ha faltado a ese pobre gañán marcado por su fatídico oxímoron: ser calvo y apellidarse Rubiales.

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Un día cuando ya no esté aquí y tú tampoco (aunque no te lo creas eso va a pasar) dirán “Ah sí, aquella columnista tan graciosa que pasaba los veranos en Lizarraga. Más en “liza” que en “rraga”. Siempre luchando contra la mentira y la injusticia.

Si no se tratase de una muy amarga claudicación de la soberanía nacional, la broma de las pantallas y de los auriculares para la traducción simultanea de las otras lenguas españolas en el Congreso de los diputados, se me antojaría un chabacano pasaje de una película de Mariano Ozores; pero en absoluto es así. Pues todos somos muy conscientes, a poco que nos paremos a pensar y por mucho que el Instituto Cervantes haya corrido a organizar una disimuladora celebración paralela, de que se trata de una humillación exigida por un chisgarabís desde Brabante para demostrar su poder sobre esta malhadada coyuntura y, de paso, mancillar a la lengua española. En cuanto al consentidor factual de semejante oprobio, nos sobra con recurrir a un refrán de los muchos recogidos por el profesor Andrés Amorós en su reciente compendio de paremias, Filosofía vulgar (2023): “por agarrar una silla, el político promete villas y Castilla”, y si no le queda otro remedio —añado yo—, hasta las fía.

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Dicen que para saber si una persona tiene pasta fíjate en el reloj y en los zapatos que lleva. Pero este aforismo no vale para las celebrities, se lo pasan por el arco de Trajano. Están forradas y no necesitan demostrar nada.

Durante este mes se han cumplido veinticinco años de la fundación de la empresa Google. Nadie, ni siquiera sus creadores, Larry Page y Serguey Brin, por soñadores que fuesen, podían imaginar en aquel instante que tal “buscador” iba dinamizar la red al extremo de transformar la realidad —o si prefieren, la totalidad— convirtiéndola en tan abordable, en tan doméstica, en tan a mano, que a partir de entonces bastaría con disponer de un Pc en el escritorio y de una conexión telefónica fiable, el resto consistiría en una media hora para ejercitarse y, luego, cualquiera obtendría al instante aquello que precisara entre su ingente depósito de datos, bien para salvar un abstruso problema teórico o bien para la compra de una simple caja de Aspirinas. Hoy, de sobra lo saben, hasta lo llevamos incorporado en el smartphone.

Aunque nuestro mundo no parezca un paraíso, en efecto, hace 130.000 años tuvimos un padre y una madre común. Lo que decía la Biblia lo ha confirmado la genómica. Eva, la Eva mitocondrial, fue la madre de todas las mujeres de nuestra especie, pero no necesariamente la primera pareja de Adán. Al contrario, apareció poco después. ¿Cómo se entiende? Lo explica un cromosoma tan diminuto como complicado, el Y, el marcador masculino diferencial frente al femenino, el X.

Dentro de diez días se cumplirán cien años de la instauración de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera y Orbaneja; la de los firmes especiales, las confederaciones hidrográficas y los monopolios; aquella que llegó para noventa días y duró seis años y cuatro meses, aboliendo, durante este viaje, la constitución más duradera de cuantas han regido España: la de Cánovas, proclamada el 30 de junio de 1876 y suspendida aquel 14 de septiembre de 1923.

Regresa Azucena del Valle de sus vacaciones en sus tierras del Valle del Tiétar con el artículo "¡A la mierda la autoayuda!", una crítica sobre los libros de este género que invaden nuestras estanterías. Como dice mi amigo el Jonathan: "estos libros son una mierda. Si valiesen para algo, al leer uno lo hubiese solucionado todo". ¡Qué razón" tiene el jodío. ¡Cuánto sinvergüenza hay por el mundo haciendo cursos que no valen para absolutamente nada. ¿Verdad, Juan Ángel? Bueno, sólo para forrarse esos couches que no valen para nada.