Hace unos 35 años, cuando todos estábamos estudiando inglés, había un programa llamado Pedagogical pop, para hacernos llegar el “idioma de Shakespeare” mediante las letras de canciones. Nada nuevo, ya las letras de los Beatles (recuerden Vivir es fácil con los ojos cerrados) servían para eso ─presuntamente─ desde los años 60. Pero yo quería hablarles de un fenómeno distinto: lo que he titulado pop histórico, no porque los temas sean especialmente memorables, que también, sino por ser sus letras de dicho asunto.
Primeramente, he de decir que, como todas sus temporadas, me parece una genialidad, te tiene en tensión hasta el último instante, y como siempre, te deja con ganas de más y un regusto amargo, un nudo en el estómago que no sabes cómo asumir, un impactante final muy representativo de la frase que dice Tokio: “va a haber jarana”.
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Si tenemos que empezar a explicar los conceptos más elementales no terminamos nunca. Dios, por ejemplo. No necesito que me hagas una tesis doctoral. Estamos de acuerdo en lo básico: ya hemos superado la idea de un ser superior antropomorfo y vengativo.
Con ternura y angustia, miro esos ojos de los niños que cogidos de las manos de sus madres lo miran todo tras las alambradas. Son los testigos de un mundo podrido al que los maneja. Sus ojos ya lo saben, sus cabezas los piensan.
De sobra es conocido que Benito Pérez Galdós es uno de los grandes maestros de las letras hispánicas y el renovador, con mayúsculas, de la novelística contemporánea española.
Soledad y libertad son dos palabras que agitan corazones “y vuelan de nuestros labios sin que nos fijemos en el profundo lazo que las une”, así se expresaba con su acostumbrado acierto Gregorio Marañón en su recopilación de ensayos titulada “Vida e Historia”. Palabras que parecieran hechas con molde para la veleña María Zambrano. Pedro Laín Entralgo, otro intelectual de aquella España partida, decía que el diálogo con Hispanoamérica era “un urgente proyecto”. Ambas ideas confluyen en la vida y obra de Zambrano.
Últimamente está de moda hablar del lenguaje inclusivo, lo que no entiendo es que se le de tal patada al diccionario de la lengua española.
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A mi pueblo
Caí en cuenta de que el golpe había llegado cuando el 11 de septiembre salí de la casa de huéspedes en el mineral de Chuquicamata y me encontré con el vacío.
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No te quejes del tarifazo de la luz. Si pagas más es porque quieres y te empeñas en poner el horno y la lavadora cuando te da la gana. Eres muy cabezón, tío. Ya te ha dicho la ministra de transición ecológica que el tema es complejo y si no te lo explica mejor es para ahorrarte el esfuerzo de entenderlo.
La respuesta es evidente; mucho, ya que desde cualquier rincón de la patria grande que se registre un hecho sobresaliente, ahí lo encontrará, en estos momentos de suprema gloria emancipadora.
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Lecciones te da la vida. Siempre he buscado la notoriedad y el oropel, pero después de ver unas fotos recientes de Julio Iglesias, me alegro de no ser famosa ni inmensamente rica.
“¿Será que Cuba no haya nacido todavía y viva a solas tendida en su pura realidad solitaria?” Esta pregunta de María Zambrano me sobrevino al ver imágenes de las manifestaciones contra el régimen castrista los días 11 y 12 de julio. Proviene de “La Cuba secreta”, publicado en el número 20 de la mítica revista Orígenes, de La Habana, en 1948, y es considerado uno de los más reveladores ensayos breves acerca de la literatura cubana y la historia de la isla, hasta tal punto que el poeta y crítico Cintio Vintier lo denominó “el descubrimiento ontológico de Cuba”.
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“Sé lo que es llevar el 10 en la camiseta y que vayan a por ti.” La frase no la he dicho yo en uno de mis delirios megalómanos, sino el defenestrado Iván Redondo. Comparto su tesis, pero como cantaba Lina Morgan, agradecido y emocionado tenía que estar.
En mi infancia, y sin medir las consecuencias, las personas encargadas de mi crianza me amenazaban con un “o te portas bien, o viene el cuco”.
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