Sucedió hace cuatro mil años, pero en todo lo que afecta a los cambios climáticos y por más que el mundo se convierta en un desierto, seguimos teniendo memoria de pez. Entonces, hace cuatro mil años, una sequía devastadora provocó la extinción del imperio acadio y asoló el egipcio. Según los paleoclimatólogos, cruzó el Mediterráneo y alcanzó la Península Ibérica. Para la que viene acentuándose en este milenio no hace falta ir tan lejos, ni leer 'Las uvas de la Ira'.