Entre la muñeca hinchable que nos mostró Luis García Berlanga en "Tamaño natural", con un Michel Piccoli excelso, y el "Adiós, muñeca", de Raymond Chandler; yo me quedo con Humphrey Bogart cuando llámaba muñeca a sus partenaire en sus películas; ya que soy más de novela negra y de películas en blanco y negro. Hoy Azucena del Valle, nos cuenta en "Mi novio me llama muñeca..." todas las acepciones que tiene esa palabra y lo hace sin feminismos ni machismos porque, al fin y al cabo, todos tenemos nuestra parte femenina y masculina.