Los equipos de rescate encontraron un bulto que se movía entre los escombros. Acudieron hasta donde estaba y encontraron un niño de unos tres años. Lo recogieron y lo llevaron con rapidez a un hospital que todavía estaba operativo parcialmente.
Cuando Izzeldin se despertó, solo recordaba el ruido aterrador de las bombas, de las ametralladoras, los aviones de combate en sus vuelos rasantes amedrentantes, y la gente tratando de huir desesperadamente hacia todas partes.