Además de la fiesta, mejoran la cultura, la investigación, la creación de museos... y también la economía
Contemplar el paso y la convivencia de las “fieras” legiones romanas con los tranquilos castreños, asistir a la lucha no cruenta entre hermanos en pugna por un reino, compartir tristes historias de amor o revivir grandes momentos “bodas, tratados, encuentros, peleas y reconciliaciones” de los grandes personajes de la historia permite, gracias a las fiestas y recreaciones históricas revivir momentos sublimes de ciudades y pueblos grandes y pequeños. Permiten también que miles de personas se metan en el papel de los antiguos protagonistas, copien sus vestimentas, repitan sus diálogos e imiten sus gestos, y que decenas de miles de personas los contemplen y aplaudan, emocionados por ellos y por los hechos que rememoran.