1- La construcción del silencio
En su imprescindible libro El tiempo en ruinas, el antropólogo francés Marc Augé vuelve sobre un concepto que ya había delineado en un volumen anterior (Los no lugares. Espacios del anonimato) y amplía su desarrollo: aeropuertos, cadenas hoteleras, supermercados, autopistas o centros comerciales pueden definirse como no lugares en tanto su principal vocación no es territorial, su fin no es crear identidades singulares (más bien tienden a subsumirse en la homogeneidad de lo idéntico: un local de McDonald’s es exactamente igual a otro local de McDonald’s; tal la lógica de la cadena comercial, una cadena donde todos los eslabones son y tienen que ser iguales) y se constituyen como pasajes de comunicación, circulación y consumo; vale decir: predios asentados en y atravesados por la más exasperada funcionalidad. Idénticos a sí mismos derivan, necesariamente, en la redundancia y pueden ser caracterizados, tal como lo hace Augé, como “espacios de lo demasiado lleno”, donde el rasgo más relevante es la saturación de seres humanos y, por lógica consecuencia, espacios donde cada ruido hace su habitación, para decirlo de cervantino modo.