20/01/2017@19:20:49
Imagina tener cinco años, no haber ido nunca al colegio y no haberte aventurado apenas fuera de los confines de tu barrio, en una ciudad de la India de la que no conoces ni el nombre. Imagina perder de vista a tu hermano mayor en la estación, entrar por error en un tren, viajar en él por un tiempo que se antoja eterno y, al final del camino, verte catapultado a la ciudad más pobre y caótica del mundo: Calcuta.