Definitivamente se confirma que están utilizando a seres humanos como munición de combate; solo que antes, los estrujan hasta vaciarlos del último céntimo de esas agónicas fortunas que reúnen para este viaje hacia la más aciaga nada. Y mentiría si les dijese que me ha sorprendido; al contrario, lo había presentido en un siniestro y pasajero barrunto al contemplar esos descarriados lanchones atestados de desesperados en mitad del Mediterráneo; simplemente, bastaba con dar un paso más, y ya lo han dado.