Una vez me dijeron que aquellas personas a las que admiras son el tipo de personas en las que te gustaría convertirte si tuvieras el valor, la osadía, la suerte o el destino que ellas han tenido. Nunca he podido olvidar esa frase – sin saber todavía si creo que tiene razón o no – y mientras tenía este libro entre mis manos pensaba en ella.