11/05/2021@07:00:00
Abandonarse a la lujuria del tiempo. Un instrumento con el que colonizar el mundo a través de la memoria. Una memoria repleta de palabras que salen abruptamente de la mente y necesitan un espacio para ser eternas. De la memoria a la realidad, o de la más pura ficción que encuentra su fuente en la que saciar su sed en el día a día. En el poder brutal y fulgurante de la letra impresa como nos dice Thomas Wolfe en esta portentosa novela corta donde la literatura lo es todo: el mundo y sus aledaños.