Siruela, Madrid, 2020
25/02/2021@17:00:00
Aceptemos la realidad del Mediodía (“Homero da fe de ello, al distinguir entre la mañana, la mitad del día y la noche”) y leamos, apoyados en la literatura griega, hasta qué punto su realidad meteorológica influye en el decurso de la vida del hombre: “La ausencia de viento no siempre tuvo un significado psicológico En la aventura de la muerte del gran Pan, donde la falta de viento desempeña un papel decisivo, su sentido es netamente religioso: cuando la nave que conduce Tamus pasa delante de las islas Equínadas, de golpe el viento amaina y se eleva una voz que llama a Tamus y le ordena que, al pasar por Palodes, anuncie que el gran Pan ha muerto. Tamus decide no obedecer, salvo en caso de que, en ese momento, deje de haber viento, lo cual efectivamente se produce” ¿Se habrá producido así el cumplimiento del Destino? Cuando, en la antigüedad, se pensaba simbólicamente, cuando los dioses adquirían poder sobre el destino de los hombres, no era un pensar en vano, sino una forma de racionalizar lo que la verdadera realidad dictaba como comportamiento. Era, quizá, una forma inteligente de aceptar la propia realidad.