02/01/2019@18:30:00
De una crónica del escritor español-francés Kiko Herrero sobre Venezuela he pasado a leer "Arde Madrid" (2014). El título sugestivo me recordó «Mejor que arder», de Clarice Lispector: sus frases poéticas, su feminidad ardiendo en las pasiones de uno de sus personajes. La idea de que algo se mortifica (algo humano, desbordante) y el hecho de que uno no sabe por qué han ocurrido sus vivencias en una ciudad y entre una gente completamente distinta a la nuestra pero que se respeta —porque la historia está bien contada— como acostumbra a respetar la mayoría de la gente las ideas del otro, sus obsesiones, su química cerebral, su fanatismo, su incultura, su violencia —que uno nunca sabe de dónde provienen (porque nos está vedado asomarnos a la cabeza del otro)—, su sensibilidad (en todas sus diversidades) la misma que en algún momento empieza a arder.