El origen de la palabra nostalgia se remonta a 1688, cuando Johannes Hofer tituló su tesis, presentada en la Universidad de Basilea, con el que entonces era un neologismo de etimología griega. Según cuenta Diego S. Garrocho, el joven doctor usó esta palabra para nombrar una enfermedad cuyo principal síntoma es la tristeza provocada por el desarraigo de la patria, y era una enfermedad de particular recurrencia entre los soldados (1). La cita de esta anécdota no resulta casual, pues Mari Ángeles Lonardi ha creado en "Soles de nostalgia" (Círculo Rojo, 2019) una poesía que sobre todo trata de responder a las interrogantes más primarias, quizá de donde surgiera la propia literatura, planteadas desde una perspectiva personal: «quién soy» y «de dónde vengo».