08/04/2023@14:14:00
Campos reside, en la época en que escribe estos diarios, en la Isla de La Sal, un lugar sin duda exótico, pero los hay más. Y le pasan cosas, algunas muy graves que son dignas de ser contadas, sin ser extraordinarias. Además, las cuenta con una prosa certera y un estilo directo que siempre da en la diana, a pesar de que probablemente no sea el mejor prosista de todos los tiempos. También escribe la verdad de lo que siente, una verdad sin tapujos ni autocensuras, aunque haya otros autores que también rezumen sinceridad en sus escritos. Sin embargo, lo que le diferencia del resto y lo que mayor placer produce al lector es que no se calla nada, lo cuenta absolutamente todo, como si nadie le fuera a leer jamás. Joaquín Campos, en definitiva, desparrama sus tripas sobre el papel, escandalizando a algunos e incluso ofendiendo a otros, porque eso es un diario: decir lo que piensas sin pensar la reacción de la persona que piensas en voz alta. A Campos en valentía no le gana nadie.