La novela se sitúa en un futuro cercano a nosotros, 2024, en Estados Unidos, pero en una situación post apocalíptica. En la sociedad de la novela hay una gran cantidad de pobreza, no pudiendo mucha gente permitirse comprar agua siquiera, y esto lleva a una cantidad elevada de delincuencia, que incluye robos, violaciones, asesinatos a sangre fría, la división de la sociedad a través de numerosos muros que tienen la finalidad de proteger a las personas que se hallan intra muros, el uso de armas de forma muy habitual... En esta sociedad la religión vuelve a tener una relevancia y poder muy elevados, que habían ido perdiendo en algunas zonas la sociedad de forma progresiva a finales del siglo XX y principios del XXI.