08/10/2020@14:00:00
Más allá del mito de Eros y Psique, del destino que nos moldea la vida, o del mundo, que día a día nos destruye con sus falsedades, se encuentra la libertad. Y, también, la proeza de hacerla nuestra. Libertad única e inmutable. Perenne y caprichosa. Aduladora y mágica. Libertad como sensación en forma de viento que recorre las campiñas. Acaricia las flores. Y se deposita en nuestro rostro como una leve caricia. Libertad, que llegado el momento, se funde con el amor. El amor que es sueño, o como diría Calderón de la Barca en La vida es sueño: «la libertad del ser humano es la que configura su vida sin dejarse llevar por su supuesto destino».