Con "La hija del capitán Groc", Víctor Amela quiere rendir un homenaje a un héroe legendario y a un personaje secundario con un papel principal, Pep lo Bo. El niño que empuña un tirachinas al comienzo de la acción novela y que siempre está ahí, siendo testigo de casi todos los hechos. Y q acaba siendo un hombre ya sexagenario al final de la novela, que necesita contar la verdad, que solo él conoce porque la ha vivido en primera persona, a su mujer y a su último hijo que, casualidades de la vida, es el abuelo del autor.