Estos días ha estado en Madrid el joven escritor Rodrigo Blanco Calderón presentando su novela, que aún no ha podido ser publicada en su país, ya que la editorial Alfaguara no tiene distribución en Venezuela. Por eso, cuando regrese a su tierra, tiene programado publicarla en una editorial independiente de su propiedad.
El autor caraqueño es un reputado escritor de relatos con varios libros en su haber. Ahora se ha pasado a la novela pero sin olvidar los cuentos. “El proceso ha sido bastante natural e inconsciente ya que el embrión de esta novela fue un cuento fallido que ahora he retomado”, nos cuenta en una entrevista que mantuvimos en la sede de su editorial en Madrid. Esa especie de paso natural será de ida y vuelta porque ya tiene preparado un nuevo libro de relatos y la idea para una novela. “Este paso me ha servido para oxigenarme”, reconoce.
En The Night ha metido algo de su pasado pero tratando de dar protagonismo a los personajes inventados. La novela está escrita en primera y en tercera persona, alternándose según le pidiese la historia. “Escogí esta forma para cambiar la perspectiva del narrador. Es como cambiar de posición en un silla cuando llevas mucho rato sentado y es una manera para que no me aburra escribiendo”, reconoce Rodrigo Blanco Calderón, que fue seleccionado para formar parte del grupo Bogotá39, que reunió a los mejores narradores latinoamericanos menores de treinta y nueve años.
“La verdad no es objetiva sino que se va construyendo con las otras perspectivas de un suceso. Te sirven para comprender la complejidad de la trama”, explica el escritor venezolano. Cuando se sienta a escribir suele tener la imagen final de la historia. En esta novela fue así. “Era como un punto de luz al final de un túnel”, describe con precisión, que le fue atrayendo según se iba acercando a esa imagen final. Lo que no sabía era cómo se desarrollaría la trama. “Fue un descubrimiento para mí”, puntualiza.
Concibió la novela gracias a dos circunstancias puntuales. “Estando esperando una noche el autobús, en el año 2002 o 2003, se paró a mi lado un motorista y me dio un papel donde anunciaba la catástrofe que iba acontecer en Venezuela con los cortes de luz y los apagones. En la noche pueden ocurrir cosas tan extrañas como éstas y fue en una noche de apagón cuando comencé a imaginar la novela. Yo no soy supersticioso, salvo cuando estoy escribiendo, también creo en las sincronicidades”, apunta.
Respecto a la política de su país, se muestra sumamente crítico con el régimen chavista. “Estuve abiertamente en contra del gobierno de Hugo Chávez desde el minuto cero. En 2010 se logró tapar la crisis energética, pero ahora ha vuelto con más fuerza. Es un problema que llevamos arrastrando y no se ha solucionado. El país está en el momento más crítico gracias a las arbitrariedades del gobierno de Maduro. Los coletazos finales del chavismo serán lo más duro y la novela se detiene en un punto donde no parece que haya salida.”, puntualiza.
The Night tiene mucho de novela policiaca pero se va convirtiendo paulatinamente en una novela gótica, aunque él no sea un lector asiduo de este género. Su preocupación se centra en el momento actual de su país y la ley de la selva que parece en la que viven. “La ley y la policía son experiencias intangibles para los venezolanos”, afirma sin rubor.
“En todos los personajes de la novela, hay ideas mías, expresadas con una cierta idealización, tomando una cierta distancia y escritas con ironía”, señala en la charla que mantuvimos y añade “para escribir hay que vivir cosas importantes. La literatura necesita de estímulos”.
Una de las características claves de su literatura es el diálogo. “Me parece un discurso importantísimo a la manera socrática. La verdad surge a través del diálogo”, concreta. Quizá por eso uno de sus protagonistas sea el psiquiatra Montesinos. También le interesa mucho la violencia. “La literatura y la violencia no son experiencias divorciadas”, especifica.
Durante el periodo chavista, en Venezuela ha habido mucha violencia. “200.000 personas asesinadas es el balance de 16 años de gobierno. Ha sido una guerra invisible, difícil de identificar. Pero el efecto de ese desgobierno ha sido muy fríamente calculado”, matiza.
Ahora se abre un periodo nuevo donde se proponen nuevos modelos para solucionar la crisis para salvar a la patria. The Night refleja esa tremenda crisis que ha sufrido Venezuela y de la que le va a costar salir. “El factor suerte es muy importante y esperemos que tengamos oportunidad de reconducir el país”, concluye. Desde luego, ganas no le van a faltar a Rodrigo Blanco Calderón y a sus compatriotas.
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