Octavio Ruiz-Manjón habla en su libro de héroes. Y entiende por héroe a la persona capaz de actuar de acuerdo con sus convicciones, a pesar de las lealtades y relaciones que le inducen a actuar de otra forma. Pero no es un libro de héroes, sino que sus protagonistas son personas normales y corrientes que supieron estar a la altura moral para no sucumbir a la violencia reinante.
El autor se apoya en experiencias individuales que pretenden ilustrar el hecho de que hubo personas corrientes que, en un clima que parecía arrastrar hacia una violencia sin límites, fueron capaces de encontrar los recursos morales necesarios para evitarla.
Fueron muchos los hombres y las mujeres que se resistieron ante la miseria moral y pusieron en riesgo su propia vida para salvar la de otros, aunque no pensaran o creyeran lo mismo que ellos.
La Guerra Civil española fue, sobre todo, un enfrentamiento cruel, sanguinario y encarnizado entre dos bandos en los que el odio y la irracionalidad fueron los principales motores de la barbarie. Se mató indiscriminadamente. Las estimaciones menos exageradas hablan de miles de asesinatos en los primeros meses de la contienda. Pero hubo quien supo ver con claridad y no se dejó llevar por la sinrazón.
El autor ha aplicado otro criterio en la selección de los protagonistas: buscar personas que experimentaron el conflicto en toda su duración, desde julio de 1936 hasta abril de 1939, de manera que se pueda hablar de su actuación durante los casi tres años que duró la guerra, porque hubo muchas personas que tuvieron un comportamiento ejemplar, pero cuyas vidas fueron segadas en el sangriento verano de 1936, cuando tuvo lugar la mayor parte de la represión en ambos bandos.
Tampoco el autor ha considerado la trayectoria de quienes salieron tempranamente hacia el exilio, fuera cual fuese su comportamiento durante los meses iniciales.
La excepción es Miguel de Unamuno, que solo sufrió el conflicto fratricida durante medio año. Pero se dejó la vida en aquellos seis meses escasos, durante los cuales experimentó su permanente e intensa preocupación por España.
En el libro se pone el foco en los héroes de ambos bandos y no tanto en los mártires. Siguiendo esta línea, el autor pasa por alto figuras clave en el conflicto como Federico García Lorca, que fue asesinado cuando apenas había transcurrido un mes desde el comienzo del enfrentamiento y fue, sin duda un mártir.
Octavio Ruiz-Manjón nació en Córdoba en 1945. Es profesor emérito de la Universidad Complutense, donde fue catedrático de Historia Contemporánea desde 1988.
Profesor visitante en varias ocasiones en las universidades de Columbia (Nueva York) y Harvard (Cambridge, Massachusetts), es autor de Fernando de los Ríos. Un intelectual en el PSOE y El Partido Republicano Radical, 1908-1936, además de editor científico de una docena de libros sobre historia intelectual e historia política de España.
Ha publicado más de trescientas escritos entre artículos científicos, capítulos de libro y reseñas de carácter histórico en Revista de libros y El Cultural. Está casado y tiene dos hijos. Vive en Madrid.
Puedes comprar el libro en: