"El error azul", de Javier Lorenzo

La novela se estructura con frecuentes saltos en el tiempo, sin una trama lineal, alternando capítulos en los que se nos relatan episodios que sucedieron durante la infancia o la juventud de los protagonistas, antes y después de la guerra o ya terminada la dictadura. Esto le da a la obra la organización de un todo, como si fuera una historia que está constantemente en marcha y que no se detiene pese a las circunstancias, todos los acontecimientos son igual de importantes y no serían nada los unos sin los otros, porque el orden de los hechos es lo de menos.

A su vez, los diferentes fragmentos de la trama se centran en los puntos de vista de los distintos personajes. El autor sabe meterse en la piel de cada uno de ellos y de caracterizarlos perfectamente tanto adoptando la forma de un narrador en primera persona como de un narrador omnisciente, lo que hace con Martín, el republicano, y con Alberto, el falangista, respectivamente. Hasta bajo la forma de un narrador en tercera persona no se le escapa ni un solo detalle del interior de sus personajes.

El amor es lo más importante en la novela. Podemos ver cómo somos capaces de hacer cualquier cosa por estar con la persona a la que amamos, tanto actos de superación que ni pensaríamos en llevar a cabo bajo otras condiciones, como acciones viles y abyectas fruto de la desesperación y el desamor.

Si echamos una ojeada al título de la novela, El error azul, en primera instancia se refiere a un sello único, cuyo color original era rojo y cuyo precio no es el correcto debido a defectos de fabricación. Pero, como habrán deducido por lo que les cuento, el error azul hace alusión a la camisa de los falangistas y a los errores cometidos por el alférez y las razones por las que Amelia no llega a aceptarlo del todo.

En definitiva, una novela de gran calidad literaria que logra despertar las más profundas emociones y conmover al lector.

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