Salamandra publica la novela de Sarita Mandanna, "Las colinas del tigre", una epopeya que transcurre en la India durante la ocupación británica en la que los numerosos personajes que en ella participan viven una historia en la que el amor, el odio, la tragedia o el destino juegan papeles determinantes.
Situadas en una de las regiones más fértiles y hermosas del sur de la India, las colinas de Coorg son el espléndido escenario de esta apasionante novela que arranca en las últimas décadas del siglo XIX. En el centro del relato, la cautivadora figura de Devi, que, desde su posición de hija predilecta de una familia que la adora, será el hilo conductor que nos descubrirá las vicisitudes de unos personajes de variados matices. Séptimo retoño de los Nachimanda, el hecho de ser la primera niña nacida en sesenta y cinco años hará que Devi sea tratada con una veneración rayana en la idolatría. Criada en un ambiente de alegría y felicidad, la irrupción del pequeño Devanna, que llega a la comunidad dejando atrás una tragedia familiar, supone un punto de inflexión en la vida de Devi.
El agudo contraste entre dos realidades tan dispares no es óbice para que los dos niños se vuelvan inseparables. Sin embargo, todo cambia la noche en que Devi conoce a un apuesto cazador de tigres y se promete solemnemente que éste será el hombre de su vida. Nace así un amor irreductible que, pese a salvar numerosos obstáculos y afianzarse con los años, traerá consigo terribles consecuencias que marcarán la historia familiar.
Planteada de esta manera, Las colinas del tigre puede parecer una novela lineal, que solamente se centra en la vida de una mujer, pero esta novela es todo lo contrario. No sólo nos relata lo que acontece a Devi, a quien se marca como protagonista desde el mismo inicio de la novela al comenzar la acción con su nacimiento, el cual se produce en circunstancias especiales, con una bandada de garzas planeando sobre el lugar del alumbramiento. La garza será un símbolo que acompaña a los personajes principales de la novela durante toda la trama, marcando tanto desgracias como alegrías.
Es un libro que no se puede considerar, una vez que hemos entrado en profundidad, como un libro con un solo protagonista. Los distintos personajes van pasándose el testigo de protagonista, por lo que la autora nos permite profundizar más en su vida y así comprender mejor su manera de actuar y la evolución de sus sentimientos y forma de ser.
Además de las tramas, la ambientación histórica está muy bien hecha. La propia autora es de Coorg, le región hindú en la que se desarrollan la mayoría de las escenas, pero también visitamos otros parajes de la India. A su vez, podemos ver las oleadas de cambios políticos y sociales que se vienen produciendo en la India, desde el creciente sentimiento de independentismo hasta las medidas de Ghandi para dejar a un lado la atrasada sociedad de castas hindú. También nos movemos a la Alemania de la posguerra, en la que la derrota ha transformado las principales ciudades del país en desiertos en los que los hombres mutilados intentan incluso venderse a sí mismos y recaen en las drogas o en el alcohol.
En definitiva, la autora ha recreado un universo rico tanto en sus tradiciones culturales como en la profundidad de las emociones que viven sus personajes. Con un bellísimo paisaje como telón de fondo, esta magnífica historia nos envuelve como un manto mágico hasta el punto final del relato.
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