Nick Gillain parece insultarse a sí mismo con el título de su obra. Sin embargo, este «mercenario», consigue burlar tres fronteras y el acuerdo de no intervención, para llegar a España y combatir desinteresadamente en las Brigadas Internacionales.
Con este inicio, cualquiera podría suponer un tono romántico, idealista y de izquierdas en el testimonio de Gillain. Nada más lejos de la realidad. En cuanto Gillain pone el pie en España, es engullido por la vorágine de la guerra moderna y por la maquinaria del credo político comunista, hasta el extremo de percatarse de que es imposible el combate efectivo contra el ejército rebelde de Franco, mucho mejor organizado.
La constatación de Gillain de que debe existir un divorcio entre los ideales políticos y las acciones militares, es apenas la punta del iceberg de la marea de emociones a la que debe enfrentarse en un sistema en desintegración.
La desolación, el resentimiento, y una profundísima decepción lo acompañarán en su triunfo sobre la muerte, pero también serán su equipaje durante su inevitable huida de España.
La identidad de Nick Gillain es el gran misterio de este espeluznante testimonio. Se podría deducir que miente en su nacionalidad (probablemente para protegerse) e incluso también en su graduación. Eduardo Juárez (¿historiador o detective?) ha encontrado dos supervivientes de la 14 Brigada aunque, a fecha de cierre de esta edición, no han contado nada sobre su oficial al mando. Crucemos los dedos para poder desvelar algo de su biografía en una futura edición.
Eduardo Juárez, tan magistral conversador como historiador, tanto en las aulas como en una buena tasca, es (entre otras cosas) Doctor en Historia, profesor en la Universidad Carlos III, presidente del Centro de Investigación de la Guerra Civil Española (CIGCE) y Cronista Oficial del Real Sitio de San Ildefonso... seguramente los futuros cronistas tendrán mucho que escribir sobre él, pues su capacidad de trabajo va mucho más allá de lo meramente humano.
Puedes comprar el libro en: