En el discurso de agradecimiento, el ganador recordó su niñez, cuando soñaba con ser escritor: "¿Quién me iba a decir a mí que 40 años después iba a estar recibiendo uno de los premios más prestigiosos de las letras españolas?". Víctor del Árbol anticipó que la historia transcurre en ese pequeño pueblo gallego donde las personas "son como árboles que tienen las raíces en el agua. No tienen a qué aferrarse excepto el pasado". Son personas también que no están dispuestas a creer en la resignación.
"Sólo puedo hablar desde la emoción de un chiquillo al que su madre le enseñó a leer en una cocina", rememoró el escritor barcelonés, antiguo miembro de los Mossos d'Esquadra, visiblemente emocionado. "En 2016 se cumplen diez años de mi primera novela y me han pasado muchas cosas, pero éste es el Nadal y es diferente. Es un sueño hecho realidad", dijo y añadió "he intentado crear un universo en el que todo es posible.
El manuscrito vencedor, entre los 341 enviados al concurso, llevaba el título falso de "Cruce de olvido" bajo el seudónimo de Aurelia Ballesteros. Con mucho de novela negra, otro tanto de thriller trepidante, una pizca de gran épica coral e incluso de novela psicológica al estilo de los grandes autores rusos por los que siente debilidad el autor -es la fórmula de mezclar géneros que tanto éxito le ha deparado a Del Árbol- transcurre durante una tempestad en la gallega Costa da Morte, en el año 2010.
Allí llega Paola, una distinguida dama de clase alta en huida permanente de su pasado. Y su destino se cruza con una serie de turbulentos personajes en inestable y similar situación. Bajo la tormenta nadie estará a salvo y el peligro y la muerte rondarán al acecho ese desafortunado cruce de destinos.
Víctor del Árbol ha pertenecido a los Mossos d'Esquadra de la Generalitat catalana desde 1992 hasta 2012. Su salto a la literatura se produjo en 2011 con La tristeza del samurái (Editorial Alrevés), un impactante thriller traducido a una docena de lenguas y, sobre todo, un éxito de ventas en Francia, donde se hizo con Le Prix du Polar Européen 2012, fue el primero de una serie de galardones que lleva hasta el reciente Grand Prix de Littèrature Policière en 2015. Sin embargo, esta obra no era la primera novela del barcelonés, que fue finalista del Premio Fernando Lara en 2008 con El abismo de los sueños (inédita) y se llevó el Premio Tiflos de Novela en 2006 con El peso de los muertos.
Las dos últimas novelas de Del Árbol, a medio camino entre el thriller, el género negro y la gran novela psicológica, tuvieron éxito: Respirar por la herida en 2013 y Un millón de gotas en 2014, ésta última ya en el sello Destino. Publicada en Francia como Toutes les vagues de l'Océan por la casa Actes Sud, fue esta obra la que le deparó en septiembre pasado el prestigioso Grand Prix de Littèrature Policière citado arriba, que hasta entonces sólo habían ganado dos españoles: Manuel Vázquez Montalbán y Arturo Pérez Reverte.
Como todos los años, en la ceremonia del premio Nadal se da a conocer el Premi Josep Pla de prosa catalana. Ayer, en su 48ª edición, distinguió al periodista Lluís Foix y a la novela Aquella porta giratòria.
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