Puerto escondido es un noir sorprendente en el que se entrelazan una casona antigua a orillas del mar, una niña de la guerra, una deidad mesoamericana, una teniente de la Guardia Civil con heridas del pasado y los paisajes de Cantabria. María Oruña despliega en esta novela una prosa contundente que va sumergiendo al lector en una maraña de muertes y secretos que se remontan hasta la guerra civil.
Los protagonistas de Puerto escondido se desenvuelven por un paisaje real que huele a salitre y que fascinará al lector por la fiereza de las costas cántabras y, al mismo tiempo, por el esplendor de las tradicionales casonas de la zona. Justamente en una de ellas, la Casa de los Quevedo en Santillana del Mar, destaca en la fachada una máscara dedicada a Tláloc, el dios azteca de la lluvia, el rayo y los terremotos, que será clave en la resolución de los crímenes.
María Oruña (Vigo, 1976) vive en Galicia, aunque es de padre cántabro y desde pequeña visita con frecuencia Cantabria, donde ha ambientado Puerto escondido. Tras trabajar como abogada durante diez años, se tomó un respiro para ser madre y escribir La mano del arquero (Bubok, 1993), una novela sobre el acoso laboral repleta de contenido jurídico. Ahora ha vuelto a ejercer la abogacía, esta vez por su cuenta, y está trabajando en su tercera novela, que contará con los mismos personajes de Puerto escondido.
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