La historia de nuestro protagonista, Thorgils Leiffson, hijo de Leif el Afortunado y Thorgunna, empieza en el año 1001, cuando, abandonado por su madre, llega a las costas de Groenlandia y es acogido por la joven Gudrid. Thorgils no tiene raíces, pero es inteligente y se adapta rápidamente. Pronto, todos se dan cuenta de que ha heredado el don de la segunda vista de su madre, y de que el destino tiene grandes planes para él: según va creciendo, el pequeño se ve poseído por una irrefrenable sed de aventuras y viajes, impulsado por el más poderoso de los dioses, Odín. Los turbulentos acontecimientos de su existencia lo llevarán al borde de la muerte en batallas, enfermedades y naufragios, pero no es fácil acabar con el hijo de Odín.
Vikingo nos transporta a las latitudes más nórdicas de nuestro continente durante la Alta Edad Media para mostrarnos un mundo que no estamos acostumbrados a ver. Mientras en nuestras tierras la religión cristiana era reconocida como única, imperaba el feudalismo y la Reconquista iba avanzando poco a poco, en las tierras escandinavas el cristianismo aún convivía con otras creencias paganas y la organización social era totalmente diferente, aunque en el fondo las clases sociales venían a ser las mismas.
El protagonista relata sus memorias en un scriptorium y se muestra como un híbrido pagano-cristiano que ha conocido a fondo ambos mundos: fue introducido en el culto de Odín y de Thor, pero también pasó largas temporadas viviendo en un monasterio, por lo que conoce de cerca la brutalidad y maneras características de los primeros y la religiosidad y la corrupción que hay en el mundo de los segundos.
Además de la ambientación histórica, Thorgils vive numerosas aventuras a lo largo de su vida: vive la fundación de nuevas colonias, travesías por el Atlántico cuando se pensaba que no había nada más allá de ese océano, grandes batallas por el poder, persecuciones de miembros del clero, experimenta en sus propias carnes la esclavitud y recorre gran parte de los territorios del norte de Europa para lograr información acerca de la familia de su madre.
El elemento mágico tiene también gran relevancia en la obra: Thorgils es capaz de ver y sentir lo que otros no pueden, capacidad que heredó de su madre, por lo que se va a encontrar tanto con la intransigencia del clero como con aquéllos que aprecien sus habilidades en grado sumo. La sociedad dividida por sus creencias se nos muestra en cada página de esta novela, lo que, junto con las apasionantes aventuras, da lugar a una obra maestra.
En definitiva, Vikingo aporta una nueva dimensión a la novela histórica con sus aventuras basadas en las leyendas vikingas y con sus personajes fascinantes, es un gran libro que nos llega de manos de Tim Severin, ganador del premio Thomas Cook de literatura de viajes, un premio Christopher y la medalla literaria de la Academia de la Marina francesa.
Crítica literaria
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