Javier Olivares es el creador de una nueva forma de hacer series históricas, donde une la rigurosidad histórica con las emociones de los personajes. Se vio en la primera temporada de Isabel y se ha visto recientemente en la adaptación televisiva que hizo del libro de Jerónimo Tristante “El misterio de la casa Aranda” y, sobre todo en su serie “El ministerio del tiempo”.
Con esta serie, que como el mismo señala: “he hecho la serie que he querido y como he querido”; ha conmocionado la industria televisiva de series. Los ocho capítulos de la primera temporada arrollaron en índices de audiencia. Ahora está terminando los trece nuevos capítulos donde aparecerán personajes como el Cid, Cervantes, Napoleón, Colón y, por supuesto, Felipe II; también episodios con los últimos de Filipinas y la Gripe Española.
Para Javier Olivares, el éxito de un libro o de una serie es que “tienes que saber de qué estás hablando y tener un discurso sólido. En un libro no tienes por qué contarlo todo pero lo que cuentes tiene que ser verdad”, afirma con rotundidad el escritor madrileño. Si no, la obra termina convirtiéndose en un folletín, como estamos viendo en algunas series históricas de TVE. Ante eso se rebela y quiere que sus obras tengan ante todo calidad. “Mi novela está, sobre todo, documentada en los estudios del hispanista Geoffrey Parker”, señala con convicción.
“Hay tanto que investigar históricamente, como psicológicamente”, dice. Tan importante es la investigación histórica, “tenía más de 300 folios de cuadrantes sobre hechos históricos de Felipe II, lo que me supuso más de un año de documentación. No me alejo de ese sostén histórico que es la documentación rigurosa”, nos descubre pero, también, en su novela tiene muy en cuenta la psicología del protagonista, lo que pensaba o se supone que pensaba.
El autor opina que hay tres grandes personajes en la historia de España que definen el país. “Isabel la Católica, Felipe II y Fernando VII son los ejes de lo que es nuestro país, para bien o para mal, sobre todo para mal. “También La Guerra de Sucesión de 1.701 nos define más que lo que sucedió en la Guerra Civil. Pero sobre todo el periodo de Fernando VII, el Viva las caenas. Los diputados de la Constitución de Cádiz no supieron comunicar los logros que hicieron y se volvió al absolutismo”, explica.
“En España nunca se han sabido comunicar bien los mensajes, siempre ha habido un cierto clasismo entre la cultura clásica y la popular. Sólo Federico García Lorca con La Barraca supo socializar la cultura, mezclar ambas. Lorca es igual de popular que vanguardista. Ellos son los verdaderos héroes de nuestro país”, manifiesta con pasión y añade “Lorca nos enseñó que la cultura popular no es menos profunda que la clásica”.
En “Felipe. Heredarás el mundo” vemos cómo se convierte un niño en la figura histórica que será. Cómo la educación de sus padres y el entorno en el que vive le hacen ser como veremos a lo largo de la novela. “La inseguridad es la característica principal con la que crece”, sostiene el autor. Pese a esa inseguridad Felipe II se convertiría en el monarca que más territorios ha gobernando en el mundo. Tantas tierras eran difíciles de gobernar, de ahí que se le tachase de gestor lento, sobre todo en sus decisiones, que se demoraban, en ocasiones, durante meses o años.
“Los personajes históricos hacen la historia, no son atropellados por la historia. De ahí que para mí lo más importante para escribir una historia sea la dramaturgia de los personajes”, explica en la conversación que hemos mantenido en la cafetería de un conocido hotel de la Gran Vía madrileña. La vida de Felipe II tiene unos hechos espectaculares y trascendentales. Fue una persona que vio morir a su alrededor a muchas personas: sus padres, sus mujeres, casi todos sus hijos, sus servidores, etc. “Le costó nacer y le costó morir”, aclara.
Por eso en una escena de la novela, -tenemos que señalar que la novela de Javier Olivares es muy visual, muy cinematográfica-, vemos cómo tanta muerte le afecta al rey Prudente y decide vestir acorde con su edad. Ya que al quedarse viudo de su cuarta esposa tendió a vestirse con ropajes llenos de coloridos para intentar alguna que otra conquista, entre ellas, de su propia sobrina. “Se sintió ridículo y desde ese momento vistió de negro el resto de su vida”.
Para Javier Olivares en las novelas históricas “tiene que prevalecer el personaje sobre la peripecia, aunque sin peripecia no hay historia”, apunta. El hecho de haber escogido a Felipe II, además de ser “una forma de recuperación de la autoría de esta serie histórica”, es que “con Felipe II es el momento en el que España llega más lejos en el mundo, para inmediatamente comenzar a caer. Por eso me angustia tanto la figura de Felipe II, donde era todo tan inabarcable”, reconoce.
Pese a la desconfianza que siempre mostró el monarca, “Felipe II fue muy dócil al halago”, se rodeó de halagadores, entre ellos su secretario Antonio Pérez, el conocido traidor, pero por el cual debía de sentir admiración por su brillantez, su don de lenguas y sus buenas dotes diplomáticas. “Otra de las características del rey es que obliga a ir al martirio a la gente que más quiere”, apunta Olivares.
Tanto las novelas, como las series de Javier Olivares, tienen varias tramas. “Son multitramas”, recalca. En ellas se habla de los grandes temas de la historia y tienen un lenguaje interior que hasta ahora apenas se había utilizado. Así conforma sus novelas corales, donde los diálogos, que no tiene más remedio que inventarse pero que están dentro de lo posible, ayudan a expresar lo que sienten los personajes. “En esta novela, he escrito menos diálogos que en Isabel”, puntualiza
“Ahora toca hacer otro tipo de ficción. Los lectores y las audiencias son distintas y hay que acomodarse a los nuevos tiempos”, expresa. Reconoce que como escritor se siente muy satisfecho ya que al “escritor se le trata con respeto. Como guionista te ves sometido a escribir con el cerebro de otro.
Con El ministerio del tiempo se muestra orgulloso del resultado: “ha sido la primera serie pop de España y ha sido gracias a TVE, si no, no hubiese podido hacerla. Es la única cadena en la que se pueden hacer series de calidad al estilo de la BBC o HBO”, indica.
Para concluir, quiere mostrar su agradecimiento a los otros dos guionistas de la serie, Anaïs Schaass y su hermano Pablo Olivares, fallecido recientemente por ELA (Esclerosis lateral amiotrófica), enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular. “En los últimos momentos de su vida, Pablo seguía escribiendo guiones gracias a un ratón ocular. Los guiones de los capítulos 1, 2 y 5, los escribió letra a letra”.
Así concluye esta interesantísima conversación donde se ha mostrado como una persona cercana y afectuosa, a la vez que rigurosa e insólita.
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