En esta entrevista con el autor hemos comentado temas relacionados con la novela como los territorios de Alaska, la mala combinación de la política y las operaciones de inteligencia o el papel de las fuerzas especiales.
¿Qué le llevó a escribir El refugio de los lobos?
Deseaba escribir una historia que combinara ecología, catástrofes naturales y aventuras en el estilo más clásico, sin adornos ni mucha tecnología.
¿Por qué decidió ambientar la mayor parte de la novela en Alaska?
Porque es un paraíso de la naturaleza y tiene algunos de los mejores tesoros naturales que debemos conservar, entre ellos una de las poblaciones de lobos más grandes del mundo. También porque es allí donde se encuentran algunos de los elementos destacados de la novela: un río prodigioso y un complejo científico relacionado con el clima.
¿Qué es lo que más le atrae de este territorio?
Su belleza natural, su variedad ecológica y biológica, así como sus santuarios naturales.
¿Hasta qué punto es fiel a la realidad la manera de operar de las fuerzas especiales y de espionaje en el libro?
Es muy fiel. De hecho, me tomo pocas licencias literarias en ese aspecto.
¿Por qué la política suele dar resultados negativos, o incluso catastróficos, si la mezclamos con las misiones de inteligencia?
Porque la política persigue muchas veces sus propios objetivos a corto plazo, al margen del interés de la seguridad nacional, y porque hay políticos empeñados en utilizar la inteligencia del modo en que más les sirva a ellos o simplemente para ignorar lo que no encaja en sus agendas políticas.
¿Cree que esta es la novela a la que ha dado un ritmo más frenético?
Es posible, junto con “El Equipo Ejecutivo”, que sea la que más acción tenga. Las aventuras en la naturaleza siempre imponen una acción más visual y llegan a los lectores con más intensidad.
¿Ha sido muy complicado combinar tantos hilos narrativos?
Sí, ha sido complicado y trabajoso combinar los distintos hilos narrativos para que no pierdan interés, mantener la atención del lector y que encajen bien en el argumento global. Ha requerido de una cuidada atención y revisar todo infinidad de veces.
¿Por qué ha decidido recuperar personajes de sus novelas anteriores para participar en esta?
Me gusta que los lectores conozcan la evolución de esos personajes en el tiempo y los sitúen en un contexto más amplio. Además, algunos de esos personajes son entrañables para mí, sé que a los lectores les gusta volver sobre ellos y encontrarlos en otras situaciones. En “El refugio de los lobos” tenían un buen encaje. No olvidemos que muchos de ellos se basan en personas reales que interactúan en la vida real. Es lógico que aparezcan una y otra vez con distinto grado de protagonismo.
¿Hay alguno entre ellos que sea su favorito?
En general, me gustan todos, pero el sniper, Josh Perkins, y James Johnson, son dos de mis favoritos.
¿Cree que un conflicto a gran escala como el que narra en el libro sería posible en la realidad?
Sí, por supuesto, los riesgos y los factores que pueden desencadenarlo existen y son reales. Ahora mismo tenemos un conflicto a gran escala en Siria e Irak que hace años hubiera parecido imposible. La naturaleza humana es impredecible y hay riesgos que afrontamos que perfilan diversos escenarios de crisis. El conflicto que planteo en la novela, es uno de ellos.
Si algún día se diera un conflicto de este tipo, ¿cree que el factor decisivo serían las fuerzas especiales?
Sí, fuerzas especiales, unidades de inteligencia y científicas. Ya son decisivos actualmente en otros conflictos y crisis.
¿Por qué han tenido los lobos una presencia tan importante en sus dos últimas novelas?
Los lobos casi siempre tienen un papel en mis novelas. Me fascinan estos animales, su presencia ha sido una constante en mi vida, y dado que mis novelas se basan en buena parte en hechos reales, es lógico que aparezcan. Me gusta proyectar otra imagen de los lobos diferente a la que habitualmente se ha dado siempre, más en consonancia con lo que es y significa este animal. Que aparezcan lobos en las novelas es una forma de darlos a conocer bien y de luchar activamente a favor de su conservación y protección.
¿Podrá en algún momento el ser humano llegar a controlar el clima?
Sí, es posible, lo cual abre inquietantes posibilidades. No es algo que me gustaría ni que aconseje hacer.
¿Está trabajando en alguna nueva novela?
Sí, estoy trabajando en un western thriller con elementos muy sugerentes y temas actuales. Si nada lo retrasa, confío que pueda estar publicado a finales de 2016.
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