Y como un soldado abatido e inerme, pero siempre «en» hombre de letras, este nos presenta un íntimo, pudoroso y escueto relato sobre el amor en este siglo XXI, invitándonos a caminar junto a él, a su paso extraviado, evocando Barcelona y Venecia con Ella, a la que no ha dejado de querer con toda su epidermis y su alma, y las calles de Roma, la Ciudad Eterna en la que Él vivió de joven, veinte años atrás, y donde intentará reanudar, con el sentido de la vida, la vida toda que le ha sido hurtada.
Tan solo le acompañará en sus «andanzas» un correligionario, el poeta Apollinaire (1880-1918), que, con sus Cartas a Lou —una de las correspondencias de mayor erotismo del siglo XX—, interviene como balancín del funambulista sobre la cuerda, o tal vez como música de fondo, ¿acaso la del poema sinfónico Muerte y Transfiguración de Richard Strauss?
Santiago H. Amigorena nació en 1962 en Buenos Aires. Pasó su infancia entre Argentina y Uruguay. En 1973 se trasladó con su familia a Francia. Guionista, productor y director de cine, empezó su carrera cinematográfica en 1997 con la escritura del guión de la película La Jalousie, de Christophe Loizillon. Ha trabajo en una treintena de films. En 2006, su primer largometraje como director, Algunos días en septiembre, fue presentado en la selección oficial del Festival de Venecia; a este siguieron Another Silence y Les Enfants rouges. Como escritor ha publicado ocho libros: Une Enfance laconique, Une Jeunesse aphone, Une Adolescence taciturne, Le Premier amour, 1978, La Première défaite, este Des Jours que je n’ai pas oubliés y Mes Derniers mots, que forman todos parte de un mismo proyecto literario: a la vez autobiografía y obras completas de un narrador que lleva su nombre.
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