Belleza ideal
Llevado por el impulso romántico de la búsqueda de la belleza ideal, que en él fue resultado de su atracción por la grandeza del pasado clásico y su fascinación por el arte de Rafael, Ingres engrandeció los géneros del retrato, del desnudo y la pintura de historia. Sus extraordinarias dotes como dibujante le sitúan además en la cúspide de esta disciplina y revelan su incansable búsqueda de perfección.
Sin embargo, su obra escapa a cualquier clasificación ya que exploró todos los temas y proposiciones estéticas de su época, pero rechazó las trabas a la libertad de elección de una escuela, de un movimiento o de un estilo. Prueba de su carácter singular es la trascendencia que ha encontrado como precursor fundamental del lenguaje de las vanguardias y la abstracción y la influencia que ejerció, por ejemplo, en algunos de los pintores españoles más sobresalientes como Federico de Madrazo, Pablo Picasso o un joven Salvador Dalí.
Museo Ingres de Montauban
La colaboración del Museo Ingres de Montauban ha sido determinante a la hora de poder presentar esta exposición en las salas del Prado, ya que ha cedido generosamente algunas de sus obras más emblemáticas. Por eso, con la colaboración de Acción Cultural Española (AC/E) como coorganizadora del proyecto, el 4 de diciembre y coincidiendo con el período de apertura de “Ingres”, el Museo del Prado presentará en el Museo Ingres una selección de once obras de sus colecciones para mostrar un recorrido por el género de retrato en España.
La exposición
La exposición “Ingres” propone un recorrido cronológico-temático excepcional por la trayectoria artística del pintor en su totalidad mostrando al maestro en todo su esplendor. Así, la muestra comienza con una seductora imagen del artista con la energía de su primera juventud, procedente del Metropolitan Museum of Art de Nueva York y se cierra con el Autorretrato de Ingres a la edad de 78 años, llegada de la Galería de los Uffizi de Florencia, que trasmite la señera autoridad del maestro en sus últimos años.
Retrato
En este recorrido se prestará cuidadosa atención a su dedicación al género del retrato, que dejó tras de sí uno de los episodios más bellos de toda la pintura del siglo XIX. Capaz de captar con nitidez el carácter de sus modelos, supo reflejar con igual maestría la imponente presencia de un emperador -Napoleón I en su trono imperial del Louvre, un icono de la historia del arte- y el carácter soñador de un artista -François Marius Granet del Museo Granet en Francia-. En todas sus efigies exhibe un lenguaje genuino, fruto del diálogo permanente que mantuvo con los retratos que había conocido en el Museo Napoleón y con los que posteriormente estudió en Italia. El del Señor Bertin procedente del Louvre, enérgica imagen del cuarto poder, o el de la Condesa de Haussonville de la Frick Collection de Nueva York culminan con soberbia perfección la trayectoria del maestro en este género.
Espléndida sucesión de desnudos femeninos
Junto a ellos se exhibe una espléndida sucesión de desnudos femeninos, cargados de sensualidad. La gran odalisca del Museo del Louvre, en la que no hay excusa que justifique su desnudez, es una de las obras más influyentes en la historia de la pintura moderna. Ruggiero libera a Angélica muestra a una mujer sensual y voluptuosa, claro paradigma del erotismo contemporáneo y El baño turco del Louvre, obra mítica que sublima la pasión del pintor por la repetición, exalta la curva como forma perfecta para revelar su inagotable entusiasmo por el cuerpo femenino situado siempre en contextos exóticos.
Pintura de historia
El repaso a la obra de Ingres culmina con su atracción por el género de la pintura de historia en obras realizadas en Roma, en las que se enfrentó a la fuerza de los mitos de la literatura clásica grecolatina, de Homero y Virgilio, especialmente, como en Virgilio lee la Eneida llegado desde Bruselas o los estudios para La apoteosis de Homero, pero también de las pinturas troubadour en las que aprovechó para dar rienda suelta a su propia obsesión por los artistas que más admiró en el pasado como Rafael o Leonardo da Vinci en obras como Rafael y la Fornarina de Ohio o Francisco I asiste al último suspiro de Leonardo da Vinci del Petit Palais.
Pintura religiosa
Por último, su relación con la pintura religiosa aparece aquí también representada en todas sus variantes tanto íntimas –la conmovedora Virgen adorando la Sagrada Forma del Louvre- como monumentales como Jesús entre los doctores del Museo Ingres.
Catálogo
El catálogo que acompaña a la exposición contiene cinco ensayos que contextualizan la obra, la época y las influencias de Ingres: Revoluciones e Imperios. Breve introducción histórica a la época de Ingres por Carmen Sanz Ayanz; Ingres, el pintor detrás del mito por Vincent Pomarède; Ingres dibujante por Louis-Antoine Prat; Ingres y los pintores españoles. De Velázquez a Picasso por Carlos G. Navarro; y, «El más vivo de los pintores» por Florence Virguier-Dutheil.
El catálogo incluye fichas de todas las obras seleccionadas, que se pueden contemplar en la exposición, organizadas en diez epígrafes con su correspondiente texto introductorio y una cronología a cargo de María de los Santos García Felguera.
Autor del vídeo y de las fotos: José Belló Aliaga