En una España rescatada por Europa, con la soberanía en manos de las agencias de calificación de la deuda, con los borbones al pie de la escalera del avión y camino del exilio, con la Sanidad y la Educación privatizadas y el aborto prohibido, tienen lugar el canto de cisne del periodismo, minado por la corrupción de banca, política y medios de comunicación, y relaciones personales de toda condición, marcadas por la urgencia y lo transitorio del momento: sexo, homofobia (con la muerte de un político en un parque público), feminismo, neomachismo, etc.
Las calmas aparentes nos relata una historia a partir del punto de vista de varios personajes con algún tipo de relación interpersonal (ya sea más profunda o superficial) entre ellos. La narración está en todo momento centrada en primera persona, así que hay que destacar el importante trabajo del autor a la hora de ponerse en la piel de todos y cada uno de los personajes que intervienen. Esto hace que, pese a que la novela sea breve, la variedad no faltará en ningún momento.
Por otro lado, este libro disecciona de manera precisa y a la vez sutil cómo está nuestro país en la actualidad, sobre todo en relación con el mundo editorial y con el periodismo. Fundamentalmente éste último, ya que plasma con un excelente pulso esa situación de falsa libertad de prensa y cómo, de manera subrepticia (o incluso en algunas ocasiones descarada), el resto de grandes poderes echan mano de la prensa para sus intereses (aunque en la actualidad esto ya no nos sorprende mucho).
A su vez, los sentimientos de los personajes juegan un importante papel en el libro de Federico Silva, casi tan importante como el componente de crítica social y política que tanto destaca en las páginas de esta novela. Relaciones de amistad que buscan ser algo más, amor apasionado, el más profundo respeto… Todo ello hará a este libro más completo de lo que en un principio es.
En definitiva, Las calmas aparentes es una narración que aborda de forma desprejuiciada la situación actual del país, con tintes distópicos, pero que es también un artefacto literario, plagado de homenajes, reflexiones sobre la escritura, la teoría literaria y el mundo editorial.
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