Después de un bache artístico ha conseguido volver a estar en los lugares más altos de las listas de éxitos gracias a sus canciones pegadizas que han sabido conectar con miles de seguidores que gustan de la música fácil y rítmica. Con tan sólo 33 años, se ha sentido capaz de escribir su autobiografía, con la inestimable ayuda de la periodista Mila Fernández Ávila que ha sabido dar al libro un tono cercano y sentimental. “David Bustamante. El sueño se hizo realidad” es el resultado de esa colaboración.
El reto de la periodista era llevar a las páginas del libro la personalidad del cantante de San Vicente de la Barquera. Su manera de hablar, de expresarse, de sentir. Para ello, mantuvieron innumerables conversaciones donde una sola pregunta bastaba para una sesión. “Comenzaba a hablar de cualquier cosa, pero siempre terminaba hablando de su hija”, comenta Mila Fernández Ávila en la presentación a los medios de comunicación del libro.
Después de casi media hora de retraso, llega a la rueda de prensa el cantante, derrochando simpatía y amabilidad, pidiendo perdón porque TVE, a la que tanto debe, le ha retenido más de la cuenta en la entrevista en exclusiva que le ha hecho. Se muestra tal como es, sin dobleces. Saluda a los compañeros de la prensa del corazón, que más que periodistas son amigos fascinados por el artista. Comienza a hablar y caras de admiración se esponjan ante las palabras de su héroe.
“Soy pasional, emotivo, soñador y me entrego al máximo en todo lo que hago”, dice nada más conseguir el micrófono. “La vida me ha ido curtiendo, pero no he cambiado mucho desde que empecé”, continua analizándose a sí mismo. David Bustamante se expresa igual que vemos por la televisión, con la misma gracia y saber estar. Parece un tipo demasiado cercano que no tiene pelos en la lengua y, sobre todo, una persona positiva. “La vida del artista es una montaña rusa, una veces estás arriba y otras estás abajo”, señala con conocimiento de causa. Ahora, está arriba. La vida le sonríe, tiene proyectos en América, pero no piensa irse a vivir allí para evadir impuestos como hacen otros cantantes. “Necesito mi país, necesito mi pueblo, necesito mi familia…”, reconoce con humildad y lo bueno es que se le cree.
Nunca ha tenido una mala experiencia con los fans o detractores. “A mí nadie se me ha acercado y me ha dicho nada malo, sino todo lo contrario, sobre todo, las abuelas”, reconoce. Nunca le ha faltado el cariño y el reconocimiento de la gente y más ahora que está “en el mejor momento de mi carrera”. Los números unos se suceden irremisiblemente y espera poder continuar con ellos.
Su libro “El sueño se hizo realidad” nos descubre sus catorce años de vida artística, con un somero repaso de su infancia. Es un libro muy visual, muy emotivo, pero si él tuviese que quedarse con alguna parte sería esa de cuando era pequeño, que tiene unas fotos de su infancia feliz. Tampoco puede olvidar las dedicadas a Operación Triunfo, “sin esa época no estaría aquí. No puedo obviar algo que es el principio de todo”, explica.
“El libro ha sido terapia de la buena. Creo que recordar es muy positivo”, afirma con sentimiento, él no es de los que olvida su pasado. Prefiere tenerlo presente para no cometer errores. Todo lo contrario que los políticos que tenemos en nuestro país, para los que tiene duras palabras.
“El panorama político me parece superpositivo. Se han hecho las cosas mal. Hay corrupción y no está castigada y lo digo como apolítico que soy. Es hora de que aquí haya cambios, que entre gente joven, nueva y que no esté viciada”, esta es la receta del cantante, pero aún tiene más que decir: “Me avergüenza la imagen de España que estamos dando fuera, antes ocurría exactamente lo contrario. Hay que sanear la casa desde dentro con nuevas inquietudes sociales y políticas”, concluye David Bustamante ante unos periodista rendidos a sus encantos y no sólo musicales.
Puedes comprar el libro en: