Las relaciones, los chicos, la situación laboral, los estudios, los cambios de la edad, la amistad… estos son algunos de los temas sobre los que Las Rayadas hablan e ironizan en A dieta de tíos. A Las Rayadas, como a cualquier post-adolescente, les encanta comerse el tarro por cualquier cosa hasta niveles insospechados.
La historia se sitúa en ese punto de nuestras vidas que abarca desde la finalización de los estudios a las primeras experiencias laborales.
Este libro es una novela gráfica, una historia dividida en 7 capítulos y protagonizada por dos gemelas totalmente contrapuestas: por un lado tenemos a “la chica de éxito”, la que consigue todo chico que se propone y que todo le sale a pedir de boca; por otro lado tenemos a la “solterona de oro”, más sarcástica y con menos suerte. Sin embargo, entre ellas se complementan a la perfección, y ambas asumen dos retos.
La chica de éxito tendrá que ayudar a la solterona de oro a conseguir al chico que le gusta, mientras que nuestra rayada con
menos suerte ayudará a su exitosa hermana a aprobar los exámenes finales. A pesar de todo, al final lo que prevalece es la solidaridad femenina y las dos hermanas acabarán apoyándose y ayudándose mutuamente.
Sus ilustraciones son muy limpias, de líneas definidas y con colores pastel, que dan a sus imágenes un aire cálido, dulce y amable, logrando un estilo algo naïf e indudablemente reconocible.
Las Rayadas son el alter ego de Sandra y Ester Córcoles, gemelas de 25 años y hermanas de otra ilustradora de éxito, Raquel Córcoles (Moderna de Pueblo). Han estudiado Derecho y Diseño Gráfico respectivamente. Publican una tira semanal en Gonzoo, el suplemento juvenil de 20 minutos, uno de los diarios más leídos a través de internet.
Sandra y Ester forman parte de esa nueva generación de ilustradoras de éxito que han sabido conectar con su generación a través de este arte, aprovechando muy acertadamente las redes sociales. Cuentan con más de 39.000 seguidores en Facebook y más de 37.000 en Instagram, cifras que crecen semana tras semana.
Su estilo es muy característico y reconocible, y se define por ser fresco, inocente y con grandes dosis de humor. En sus viñetas recrean las anécdotas cotidianas de su generación (desde la amistad, los chicos, el trabajo, las dietas, etc.) siempre con un toque humorístico e irónico.
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