Fulgor es un thriller que se acerca a ámbitos cotidianos más que otras novelas del mismo género. Además, se trata de un thriller femenino en el que damos un paseo por la mente de una mujer que se ve obligada a plantearse hasta dónde va a ser capaz de llegar por cuidar de los suyos.
Ésta es la quinta novela de Manel Loureiro y hace ya diez años que empezó a escribir. Manel empezó como abogado pero, con la ayuda de psicólogos y terapeutas, ha conseguido dejar el mundo de la abogacía y hacerse un hueco en el ámbito literario internacional. El escritor gallego nos define su escalada en el mundo de la literatura a partir del factor Forrest Gump. Ha estado en el lugar adecuado en el momento preciso y en las circunstancias apropiadas. Todo comenzó cuando alcanzó su punto de saturación en el ejercicio de las leyes: nos comenta que podría haberse hecho runner, pero le dio por escribir un blog para escapar de la literatura jurídica y tiró por un estilo diametralmente opuesto: los zombis, todo ello por la influencia que tuvo sobre él La noche de los muertos vivientes.
Las visitas en este blog se multiplicaron y le llegó su primera oferta editorial. Y de ahí escaló hasta donde lo tenemos en la actualidad, con ese cambio de registro de los libros de zombis al thriller, ya que nos comenta que hubiera acabado hastiado de los muertos vivientes si hubiera seguido escribiendo sólo de ellos.
Fulgor surgió en un momento en el que Loureiro iba conduciendo por un camino de tierra aislado y vio algo que corría paralelo a él; mientras escuchaba en su coche una canción de Johnny Cash en la que decía “Le disparé a un hombre en Reno, sólo para verle morir”. La combinación de este instante (se paró en la cuneta a apuntar sus sensaciones del momento para luego usarlas para la novela), con la mitología griega, pinceladas sobre la banalización del mal e influencias de Stephen King, Michael Ende y Ray Bradbury han dado forma a este libro. Todo ello teniendo claro el principio de la novela, su final y algunos puntos de giro por el camino.
En cuanto al mercado internacional, a Manel le daba miedo enfrentarse a tanta multiculturalidad, pero le ha salido bastante bien, y el éxito posiblemente se vea traducido a la pantalla, aunque por razones de confidencialidad, Loureiro no puede decirnos que uno de sus proyectos va a comenzar a rodarse en unos meses (guiño, guiño).
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