El gobierno somalí ha caído definitivamente en manos de un régimen islamista afín a Al Qaeda y controlado por Al Shabaab. La ONU decide apoyar la secesión de Somalilandia y autorizar el envío de una misión militar europea. España prepara un contingente de Infantería de Marina y del Ejército de Tierra mientras mantiene su compromiso en la Operación Atalanta.
La agrupación española conocida como SPAFSOM es un abigarrado tapiz de personalidades y motivaciones. Desde un coronel que ve la misión como una oportunidad en su carrera, hasta la reservista que intenta aliviar su penuria y su crisis matrimonial. El vínculo forjado a lo largo de su entrenamiento acabará siendo determinante para el desenlace de la misión.
Al Qaeda tiene problemas en Asia Central y decide trasladar su cúpula a Somalia. Allí trabaja Patterson, un resuelto agente de la CIA que anda a la caza de toda información que pueda proporcionarle su red de informadores. En su punto de mira está un abogado sudanés, Yafaar Hussein, que recibe el encargo de ir al caótico país y preparar la residencia para un líder del máximo nivel. Patterson tiene unas órdenes que no puede cumplir, pero un hecho terrible le dará una oportunidad con la que no contaba.
Al Shabaab secuestra a ocho militares españoles. Exige la retirada de las tropas o ejecutará a un rehén por semana. Un gobierno superado por la crisis, una Unión Europea que no admite más retiradas y unos islamistas que no están tan unidos como parece. Los militares españoles tendrán que replantearse los límites de su misión a medida que se agota el plazo y reciben una inesperada ayuda.
Echo Sierra es el nombre de la operación militar llevada a cabo por las Fuerzas Armadas españolas para una misión de paz en un territorio que es vital para la ONU para atender a los millares de desplazados (y posteriormente refugiados) que han causado los enfrentamientos y guerras en Somalia. Tras el desastre acaecido a las tropas norteamericanas que ha sido inmortalizado por la película Black Hawk Derribado, pocos son los que se atreven a entrar en el país más oriental de África.
Este valor es uno de los elementos fundamentales en la narración, ya que va a estar muy presente en las decisiones de los personajes. El valor les impulsará hacia una justicia que ellos creen razonable de acuerdo con las circunstancias. Los militares son muy conscientes de que el Gobierno se baja los pantalones con respecto a cualquier situación arriesgada y transige casi de inmediato: los piratas reciben recompensas millonarias (y luego nos sorprendemos cuando los barcos españoles son atacados) y las demandas de los terroristas se cumplen ante serias amenazas. El modo en que el autor refleja todo esto en su obra es magistral y se adapta todo lo bien que puede a la realidad, dentro, claro, de una novela.
La impotencia del Gobierno es francamente notoria en todos estos aspectos: retiran a las tropas de las operaciones arriesgadas en las que puede haber tiros, encubren y maquillan los informes de bajas en las misiones de paz o dejan libres a piratas, mafiosos, milicianos o terroristas por mera ineficacia y no querer ver la realidad. Por este motivo percibimos que los propios miembros del Ejército deben encubrir sus operaciones más violentas a sus superiores por temor a que no se lleven a cabo por necesarias que sean.
Además, hay que destacar el magnífico trabajo de documentación realizado por el autor en cuanto a los escenarios y la descripción de la vida dentro de las Fuerzas Armadas.
En definitiva, tras Plenos Poderes, la anterior obra de César Pintado, Echo Sierra vuelve a sumergirnos en una vertiginosa trama de imprevisible final. Terrorismo, servicios secretos, conflictos personales, acción militar y maniobras de despacho se combinan en este nuevo thriller para los amantes de la acción y el espionaje con sabor español.
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