El destino de la humanidad pende de un hilo: Gaia ha abierto de par en par las Puertas de la Muerte para liberar a sus despiadados monstruos. Los únicos que pueden cerrarlas son Percy, Jason, Piper, Hazel, Frank, Leo y Annabet h, el equipo de semidioses griegos y romanos elegido por una antigua profecía. Pero su misión es todavía más difícil de lo que parece: sospechan que para encontrar las puertas deberán cruzar el océano, tienen solo seis días para conseguirlo y, por si fuera poco, acaba de estallar la guerra entre sus dos campamentos y ahora ellos son un objetivo... ¿Lograrán ganar esta carrera de obstáculos contrarreloj?
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La marca de Atenea” sigue contando con toda la acción, el ingenio y el corazón habituales en Riordan; pero con una serie de innovaciones con respecto a las novelas anteriores de Percy Jackson, las cuales se centraban sobre una temática similar y las cuales se relacionan con esta nueva saga ya que ocurren previamente a lo narrado en este libro.
Riordan continúa en estas páginas usando una narración en tercera persona en la que, a diferencia del libro anterior, se presentan cuatro, y ya no tres, puntos de vista: los de Annabeth, Leo, Piper y Percy. Además, entremezcla las mitologías griega y romana, lo que a priori parece extraño pero luego el resultado es bastante bueno.
Como ya es habitual en las novelas de este autor, la trama vuelve a ser rápida, dinámica y bastante fluida, llena de escenas de acción y de ingeniosos diálogos. Toda ella centrada, como en otras ocasiones, en personajes en plena adolescencia quienes, en un periodo tan delicado y revuelto de sus vidas, tienen que hacer frente a situaciones algo durillas.
Así pues, “
La marca de Atenea” es una novela en la que siete amigos tendrán que embarcarse en una misión muy complicada para cerrar las puertas de la muerte. Todo ello con el más puro y duro estilo de
Rick Riordan.
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