“La calle de los sueños” de Luca Di Fulvio

En cambio, hay otras que nunca se marchan. Que de una u otra forma, alcanzan a los lectores y se quedan donde más pueden perdurar, en sus corazones. Ese es el caso de “La calle de los sueños” de Luca Di Fulvio.

Una historia que nos meterá de lleno en los años veinte de Manhattan. En esa época en la que todo el mundo quiere alcanzar el tan ansioso sueño americano. Ese será el caso de Christmas, un joven de origen italiano que no quiere ser uno más en el país de las ilusiones.

Su vida transcurrirá en la crudeza de las calles, lejos de lo que uno se piensa que sería América cuando lo dejas todo atrás. Su historia, llena de reyertas, trifulcas y pobreza, desembocará en una aventura que nos hará disfrutar tanto que jamás la olvidaremos.

Esa es la historia de Christmas, nuestro pequeño héroe que nos arrastrará por las calles de los sueños. De Cetta, la madre que lo deja todo para que su hijo pueda tener algo más de lo que ella tuvo. De Ruth, la chica con la que sufres y de la que te terminas enamorando. De Sal, el chulo que tiene un corazón tan grande que le da vergüenza mostrarlo. De Cyril, el negro que lo representa todo de una sociedad que aún no era capaz de apreciar a las personas de verdad. Y de muchos más…

La verdad es que se podría contar más sobre argumento pero me daría pena hacerlo. Se trata de una novela que desde su comienzo te das cuenta de que te marcará para siempre. Y eso es lo que me ha sucedido. Con cada página de “La calle de los sueños” y por cada palabra de Luca Di Fulvio, me he ido pensando en la maravilla que es la lectura.

Estar en otra época, vivir la vida de otro, preocuparte por él y llorar sus desgracias, alegrarte por sus logros y enamorarte a través de sus ojos. Ser otra persona por un momento, vivir otra vida por unas horas.

Esos son los libros que marcan la diferencia, esas son las historias que te hacen reencontrarte con la lectura y pensar que no hay nada mejor que querer seguir viviendo en ese mundo que se nos ofrece a través de las páginas. En definitiva, vivir en tu mundo porque cuando cierras el libro, te das cuenta de que una parte de ti, también se marcha con la última palabra.

Lo bueno, que siempre puedes volver atrás y comenzar la aventura de nuevo. Es lo que tiene la magia de los libros inolvidables…