La enfermera en apuros es la que te traduce el idioma médico cuando no entiendes ni una palabra. Es la que con un esparadrapo y unas tijeras arregla el mundo. Pero si algo no es la
Enfermera en apuros, es la «ATS» que te pincha y te hace un hematoma.
Porque nadie dijo que la enfermería fuera fácil.
En este libro encontrarás 11 capítulos que recorren los entresijos de la enfermería y lo que la rodea, desde dentro y con altas dosis de humor. Desde que ponemos las primeras vías como estudiante hasta las conversaciones más sangrientas entre enfermeros.
Ana Polegre es la enfermera en apuros. Es enfermera de vocación e ilustradora por amor al arte. Pasa sus días entre ordenadores y jeringuillas y es el reflejo de muchos enfermeros, y sanitarios, españoles en este momento. ¿Su intención? Hacer reír y contar un mundo que, si no se vive desde dentro, no se entiende.
Ana Polegre se nos presenta ella misma con mucho humor y no olvides que es ella quién elige el tamaño de las agujas:
Soy
Ana Polegre, enfermera y canaria a partes iguales.
Pintando garabatos desde pequeña y queriendo cuidar desde que descubrí esta maravillosa profesión.
Acabé la carrera en 2013 y, sin tener expectativa alguna de trabajo, me preparé el tan conocido EIR (Enfermero Interno Residente). Tras escupir todo lo que había memorizado durante meses, llegó la peor parte, la espera. En uno de los momentos más desquiciantes de mi vida (la espera de saber si había conseguido una de esas 955 plazas me estaba matando), surgió Enfermera en apuros.
Empecé a dibujar sobre aquellas cosas que alguna vez me habían pasado como estudiante o enfermera y que necesitaba contar. Las ilustraciones gustaban y, sobre todo, los compañeros apurados se sentían identificados en cada una de ellas. Así que decidí lanzar junto con mi pareja y socio
Enfermera en apuros - Shop. Una tienda de productos para enfermeros, hechos por enfermeros y con las ilustraciones que los hacían reír. Fue justo entonces cuando llegó la resolución de la convocatoria EIR a la que meses antes me había presentado. Estaba dentro. El nuevo proyecto que habíamos emprendido ocupaba todo nuestro tiempo, y nos hacía tanta ilusión continuar hacia delante que tuve que tomar la decisión más importante de mi vida.
Rechacé la plaza. Aposté por
Enfermera en apuros. Y, ¿sabéis qué? No me arrepiento en absoluto. La comunidad apurada es lo mejor que me ha pasado en la vida. Ver cómo os hacen reír las ilustraciones o cómo presumís de profesión con los productos
apurados es único.
Soy como cualquiera de vosotros, sobre todo como los que habéis acabado la carrera en estos últimos años. Una enfermera intentando buscar su hueco en un panorama laboral bien jodido y con una maleta llena de ilusiones e ideas para mejorar la
profesión que tanto amo.
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