Entrevista a José María Pont, autor de "Banderillas negras"

En esta entrevista con José María Pont, hemos comentado temas en relación con la novela como las preferentes, la corrupción de la administración pública o las corridas de toros. Todo ello con el mismo toque de humor que el autor utiliza en la novela.

¿Qué le llevó a escribir Banderillas negras?
Como habrá leído en la portada interior soy un alto directivo, por tanto dispongo de mucho tiempo libre. Es broma, o no, fue una idea que salió saliendo de la última corrida en la Monumental.

¿Por qué es descrita como una novela irreverente?
Eso mismo le pregunto con insistencia al departamento de marketing de la editorial. Tal como están las cosas me hubiera parecido más apropiado clasificarla como novela histórica ¿no le parece?

¿Escogió el nombre de Alonso Quijano para el personaje del presidente del gobierno para indicar que a los políticos se les ha secado el cerebro?
En absoluto. Muchos de ellos ponen de manifiesto constantemente una gran creatividad con sus iniciativas peregrinas. En realidad fue un guiño al personaje más universal de nuestra literatura desde mi humilde posición de aprendiz de novelista.

¿Por qué interesa mantener instituciones duplicadas en Cataluña, tanto la nacional como la catalana?
Imagino que para mantener las cifras de empleo. Aunque no sé si es por eso. Esa es la opinión de alguno de mis personajes, mucho más versados que yo en asuntos de política.

¿Hasta dónde llega el derroche en algunos niveles del sector público?
No lo sé, aunque me parece un buen símil para comprender mejor el concepto matemático de infinito.

¿Y hasta dónde llega la corrupción en la alta política?
¿Alta política? No tenía constancia de que en España hubiera alta política, pero si la hubiere solo los muy iniciados podrían, seguramente, responder a eso.

¿Hasta qué punto llegan el humor y la ironía en esta novela?
Eso va a depender de la percepción que cada uno obtenga de la novela. Yo he procurado que lleguen muy lejos. Porque el humor nos salva cada día. Y porque somos mediterráneos, sabemos que la gran ironía de la vida es que no sales vivo de ella.

¿Cree que algún día Cataluña logrará la independencia?
No suelo fijarme en las páginas de los horóscopos ni creo en la cartomancia.

¿Cuál es su opinión en relación a la eliminación de las corridas de toros en Cataluña?
Soy aficionado. Me gustan. Lo lamenté. Cuando la política cruza la fina línea a partir de la cual convierte cuestiones de opinión en dogmas, tiemblo. Ese día temblé.

¿Cómo manipulan los bancos a los partidos utilizando las deudas contraídas por estos últimos para conseguir políticas extremadamente favorables con las que robar a la ciudadanía?
No tengo ni idea pero me encantaría saberlo, desde luego el método parece muy eficiente.

¿Cómo consiguen salir tan airosos en el tema de las preferentes?
El gran Kurt Vonnegut dijo: “el que crea en la telequinesis que levante mi mano”. No hay responsables, el relato se acerca al género de la ciencia ficción.

¿Cree que podemos dar por perdidos los millones de las ayudas a la banca?
Para darle una respuesta convincente permítame citar a un importante directivo de la banca: Santa Rita Rita Rita, lo que se da no se quita.

¿Por qué los políticos sólo ponen en marcha medidas para salir del bache y que lo arreglen los siguientes que vengan?
¿No tiene preguntas más sencillas? Mi color preferido es el azul. Da la sensación de que más bien ahondan los baches mientras se hacen preguntas filosóficas del tipo: si buscas el fracaso y tienes éxito, ¿cuál de los dos has conseguido?

¿Tiene el poder judicial una independencia real en relación a los otros dos?
Esta respuesta, ¿va a salir publicada? Si la respuesta es afirmativa seré categórico, la independencia es real.