Tiene tres plantas y está a las afueras. En un tiempo fue blanca, pero ahora la llaman la Casa Gris, por el color de su fachada… Nadie quiere que esté allí, preferirían que no existiera. Porque en esa casa gris existe un mundo mágico que tiene sus propias leyes. En ella viven niños de todo tipo, niños raros, abandonados por los adultos; niños discapacitados, mental o físicamente; niños que crecen allí dentro, que viven una vida intensa y llena de emociones y aventuras; niños que se enfrentan a los retos de la vida en su pequeño y complejo universo. En definitiva, niños que sueñan.
Y, cuando los sueños se convierten en realidad, los espacios y los tiempos se dilatan, se puede realizar viajes fantásticos, y existen los lugares prohibidos, las pociones mágicas, los amuletos y cualquier clase de mito o leyenda. El reto: decidir si vale la pena crecer y abandonar la Casa, o negarse a ello y permanecer en ella para siempre…
Uno de los datos más curiosos en relación con
La casa de los otros es cómo la autora creó esta novela. Mariam Petrosjan viene de una familia de artistas y, cuando era adolescente los personajes surgieron en su mente, ella sintió la necesidad de dibujarlos -actualmente se dedica al diseño gráfico- y más tarde escribió cientos de páginas con la vida de ellos y los acontecimientos de la Casa.
Cada uno de esos personajes es único. Este libro combina el narrador en tercera y en primera persona centrado cada vez en un personaje diferente. En alguna ocasión no nos avisa de quién es el narrador, pero debido al estilo y a la forma de expresarse del personaje logramos identificarlo. Cada personaje además tiene su magia y aporta su pequeño grano de arena en la construcción de esta novela.
En relación con la magia, hay que destacar que la trama atrapa sobre todo por la magia de la inocencia y de las ganas de vivir de los niños y adolescentes que aparecen a lo largo de las páginas, pero sin olvidar en ningún momento la dosis de realidad enfocada en las discapacidades y dificultades de los chavales y su miedo a lo que hay en el exterior de la casa.
Como aviso hay que decir que la lista de personajes puede ser bastante larga y que en ocasiones la trama es un poco caótica, por lo que la novela se puede hacer bastante durilla y llevar a que nos perdamos o que no sepamos, en relación con los personajes, quién es quién. Así que si se aventuran con
La casa de los otros, no dejen la lectura mucho tiempo o les costará seguir bien el hilo.
En definitiva, a medio camino entre lo fantástico, lo onírico y la realidad más cruda,
Mariam Petrosjan nos presenta en La casa de los otros, un mundo donde la felicidad parece un objetivo inalcanzable y la normalidad un reto inverosímil.
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