Bearn Black destaca por su calidad fotográfica y por su profundidad y rigurosidad periodística; vinculada a la actualidad, no se limitará sólo a ésta, pues también tendrán cabida reseñas de libros negros que lleven años publicados pero que resulten de interés. Sin duda, está naciendo un clásico del periodismo riguroso sobre la novela negra.
¿Cómo os planteasteis crear esta revista?Fue después de la última edición del congreso de novela y cine negro de Salamanca. Nos dimos cuenta que hacía falta una revista como ésta. Nosotros teníamos ya (y la mantenemos) la revista Bearn, dedicada a la literatura en catalán, y fue muy fácil pensar en una estructura similar para esta publicación.
¿Influyó mucho vuestra pasión por el género negro?En este caso el apasionamiento por el género es más mío (Sebastià) que de Carles, que como buen periodista cultural es omnívoro en su pasión por la literatura en general. Influyó el hecho de ver que todos los esfuerzos por dignificar el género negro son pocos.
¿Por qué precisamente en este momento?En primer lugar porque el género pasa por un momento extraordinario en lo que se refiere a la producción. Si analizamos sólo lo que pasa en España veremos que conviven una generación de clásicos –Andreu Martín, Julián Ibáñez, en menor medida Juan Madrid- que están publicando mucho y con una grandísima calidad. Luego hay una generación intermedia buena y consolidada (los Lorenzo Silva, Rafael Reig, Alicia Giménez…) y luego como mínimo dos grupos muy potentes de autores: los nacidos entre 1965 y 1980 con nombres muy potentes como Carlos Zanón, Jordi Ledesma y sobre todo Alexis Ravelo, que aseguran el relevo. Y todavía los jovencísimos por debajo de 1980 con un Claudio Cerdán como principal representante. Son solo nombres orientativos porque hay muchísimos más, pero entonces surge la pregunta: ¿por qué con cuatro grupos o generaciones escribiendo obras de calidad, el espacio que ocupan en los medios es muy poco? Y la verdad es que no hay respuestas más allá de la crisis y la casi desaparición de los espacios culturales tanto en los periódicos como en la televisión y radio. Por eso, porque las nuevas tecnologías lo permiten, queríamos sumarnos a la magnífica tarea de divulgación del género que se está haciendo en la red, pero con el rigor y la profundidad de lo que debería ser el periodismo en papel. Queremos hacer periodismo de verdad.
¿Por qué decidisteis llamarla Bearn Black?Fue fácil. Bearn como revista ya es una marca consolidada para la literatura catalana y simplemente incluimos el Black detrás, además nadie sabe muy bien qué es, tiene su punto de misterio.
¿Qué la diferencia de otras publicaciones sobre este género?No conocemos la totalidad de las publicaciones pero creemos que nos caracterizan dos o tres cosas. En primer lugar, cuando se puede, la calidad de las imágenes. Cuando tenemos la suerte de poder incorporar fotografías propias tenemos un punto muy a favor. Carles lleva muchos años especializado en fotografiar escritores y es un plus añadido, pero claro, no siempre tenemos a los autores disponibles para fotografiarlos. El segundo punto es un intento de aportar profundidad, de ir más allá. A veces simplemente tienes una noticia y la publicas, pero las reseñas, los reportajes y las entrevistas intentan tener un punto de profundidad y de originalidad que los haga diferentes. Por ejemplo, no entrevistamos a nadie sin haber leído su obra. Parece absurdo tener que reivindicarlo pero a veces el periodismo vive demasiado esclavo de la agenda. Nosotros intentamos apostar por temas propios. Y luego la honestidad, clave para conseguir la confianza de los lectores. También partimos de la base que los libros no caducan. ¿Por qué no podemos reseñar, si nos apetece, un libro de hace cinco años o diez que nos hemos leído ahora?
¿Qué lugar queréis que ocupe dentro de los estudios y revistas sobre el género?Ahora mismo se están haciendo cosas muy bien hechas. Nosotros queremos que la gente, la comunidad lectora, piense que en Bearn Black se habla del género negro de una manera que hace que sea interesante su lectura. No somos una publicación científica, somos una revista especializada en un género que aprovecha los recursos digitales para su publicación.
¿Cuál es la periodicidad de publicación de textos?No tenemos una pauta concreta, a veces publicamos dos o tres posts en un día y a veces estamos algunos días sin poner. La media es de 5 artículos por semana.
¿
Os habéis planteado publicarla también en papel (íntegra o extractada)?No, de momento no. Lo que no descartamos es hacer algún libro con nuestro sello, como ya publicamos un libro con el sello de Bearn.
¿Cuáles son las secciones de Bearn Black?
Tenemos Negro sobre Blanco, que es donde se recogen todas las noticias de actualidad y crónicas de actos, programas de festivales y demás; Pata Negra, referida a la literatura en español; Sin Ñ, donde incluimos todas nuestras informaciones sobre novela negra escrita en otras lenguas; Ad VitamAeternam, referida a los clásicos y la sección de Perfiles, que son nuestros retratos personales sobre escritores, librerías, espacios dedicados al género. En cada sección se incluyen de forma indistinta reportajes, reseñas, crónica o entrevistas.
¿Contempláis las adaptaciones cinematográficas del género? ¿Y los films que no son adaptaciones pero son género negro?
No tenemos sección de cine, sólo nos dedicamos a la vertiente literaria del género. No porque no nos guste, pero no tenemos recursos para poder hacerlo bien.
¿Tenéis (o vais a tener) más colaboradores aparte de vosotros?Nos encantaría, pero partimos de la base que no podemos pagar a nadie (de hecho, de momento la revista nos cuesta dinero) y por lo tanto no se lo hemos pedido a nadie, pero ya tenemos una o dos personas que se han ofrecido a colaborar y estamos viendo cómo entran en el proyecto.
¿Estáis satisfechos con la acogida de Bearn Black en su primer mes de vida? ¿Cómo ha sido?La respuesta ha sido muy buena hasta el momento. Hemos tenido muy buena acogida por parte de los escritores y de las editoriales y hemos tenido un buen arranque de visitas. Lo que cuesta es conseguir gente que crea en el concepto de comunidad y se quiera hacer subscriptora de la revista y también cuesta enormemente conseguir publicidad. Será que no tenemos alma de comerciales…
¿Cuál es vuestra vinculación previa con el género negro?Llevamos muchos años vinculados, Carles como fotógrafo y Sebastià como autor, crítico y estudioso desde el año 1998.
¿Cuál es tu autor de novela negra favorito?SEBASTIÀ: La respuesta es complicada porque son muchos. Como autores me quedo con un clásico: Horace Mc Coy; y luego con Elmore Leonard, pero tengo muchos más. De los europeos Manchette me fascina. En español, Julián Ibáñez.
CARLES: Leonardo Sciascia.
¿Cuál es tu obra de novela negra favorita?SEBASTIÀ: Sentimentalmente
El halcón maltés. Objetivamente:
1.280 almas.
CARLES:
A sangre fría de Truman Capote.
¿Cuál es tu película de género negro favorita?SEBASTIÀ: Son dos: Las tres de
El Padrino y
French Connection, aunque me encanta la estética de
Al final de la escapada.
CARLES: E
l quinteto de la muerte.
¿Cómo comenzaste a escribir novela negra?Como un chaval inconsciente de lo que hace, supongo que por un proceso imitativo. Imagínate, puse un psicokiller en Palma, donde los ladrones son los políticos… tenía veintidós años y la publiqué con 24. Es muy mala, pero de todo se aprende.
¿Te sientes más cómodo escribiendo novelas o estudios sobre el género?Me siento muy bien en ambos géneros, concibo el género negro como un todo. Me encanta escribir novelas negras, me gusta el ensayo y trabajar para que entre en el mundo universitario y también la divulgación del género a través del periodismo.
¿De qué novela tuya te sientes más orgulloso o a cuál le tienes más cariño?Son dos: en género negro me quedo con la última,
Onmai no creixl’herba, la más arriesgada técnicamente porque es una polifonía de segundas personas, publicada por Alrevés en la colección que dirige Álex Martín; luego me encanta
Nocturn de santfelip Neri, una novela no negra, un gran canto contra la Guerra con Barcelona y Sarajevo como telón de fondo.