Yago es un muchacho ciego que, junto con su padre, se une a la Corte de los Reyes Católicos, inmersos en su cruzada contra los infieles. Se han instalado en Sevilla y la cocina de los Reales Alcázares se convierte en su mundo, un presente gris y monótono del que el joven escapa con los ojos de la imaginación. El azar lo llevará a descubrir su verdadera vocación: la música. Pero no todo es amable a su alrededor: Oreste Olivoni, el despótico encargado de las obras del palacio real, siente una profunda animadversión hacia él y hacia su padre y no duda en ejercer su influencia para hacerles la vida insoportable.
Mientras Yago avanza hacia la madurez, los Reyes Católicos prosiguen con su afán de Reconquista. La captura del rey Boabdil supondrá un cambio importante en la vida del joven músico. Al lado del Sultán de Granada, Yago descubre la existencia de otro mundo más allá de las fronteras del reino cristiano, lejos de la terrible amenaza de la Inquisición. Quizás en él se encuentre la verdadera felicidad. Toma la decisión de refugiarse allí, en los sensuales jardines del harén, abiertos para él debido a su condición de invidente donde conoce a Nur, la rebelde y bella hermana de Boabdil. Entre ambos surge una atracción incontrolable, arrolladora e incomprendida por todos, pero destinada a perdurar por encima del odio que enfrenta a ambos pueblos.
Así,
Las puertas del paraíso nos lleva a las grandes ciudades castellanas y granadinas mientras nos narra la evolución de Yago, desde su inocente forma de ver el mundo en los primeros años de su vida hasta los momentos en los que ya ha desentrañado cómo funciona el mundo en el que vive y tiene las fuerzas necesarias para enfrentarse a él pese a sus limitaciones. Los cambios que va experimentando a lo largo de los diversos eventos que dejan huella en su vida hacen que sea un personaje sólido y muy bien construido, lo que resulta en un excelente protagonista para esta novela.
Por otro lado, uno de los temas sobre los que la novela gira es la venganza y las distintas maneras de acometerla, desde las más arriesgadas y directas hasta aquéllos que prefieren perdonar, además de las dudas que experimentan los que no quieren cruzar la línea pero tampoco pueden dejar pasar lo vivido con facilidad.
A su vez, la ambientación histórica es bastante precisa y nos lleva de la austeridad recia de los palacios castellanos hasta la sensualidad granadina, describiendo con precisión las diferencias entre las sociedades y el arte de ambas partes, además de algunos de los grandes enfrentamientos que tuvieron lugar a lo largo de la guerra de Granada.
En definitiva,
Las puertas del paraíso de
Nerea Riesco es una novela que recrea espléndidamente las contradicciones de una guerra en la que se mataba en nombre de Dios. Una historia inolvidable que nos demuestra que el amor posee más fuerza que el odio o la venganza, y es la única llave capaz de abrir las puertas del auténtico paraíso.
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