Entrevista a Ángela Vallvey, autora de “El arte de amar la vida”

En esta entrevista con la autora, desentrañamos algunas de las claves del libro, como las herramientas que Ángela Vallvey cree que pueden ayudarnos, la no imposición de la felicidad o las formas en las que la creación literaria nos ayuda a que apreciemos mejor nuestra vida.

¿Qué le llevó a escribir El arte de amar la vida?
Para mí, cada libro es una historia de amor, y en el caso de éste, la de una pasión. Sentía desde hace mucho tiempo que tenía un secreto que deseaba compartir con el mundo. En realidad, más que secreto se trata de un tesoro. En estos años durísimos de recesión, en los que los ciudadanos hemos sufrido una devaluación feroz que nos ha empobrecido brutalmente, un buen día me di cuenta de que había algo que nadie me podía quitar (ni el fisco, ni la Troika, ni nadie…), una fortuna enorme, que comparto en este libro con los lectores, basada en mi capacidad para poder leer, en el potencial que todos tenemos para lograr leer el mundo y escribir nuestra propia historia.

¿Por qué decidió pasar de la novela al género de la autoayuda?
Porque el género que requiere un asunto así es el ensayo. Más que autoayuda, a mí me gusta pensar que es un libro de “auto-educación”, un concepto que me gusta mucho.

¿Qué temas de los que habla en este libro aparecieron ya en la novela con la que ganó el premio Nadal, Los estados carenciales?
Son varios, imagino, pero se pueden resumir en uno: cómo lograr una buena vida. O sea, que trato de dar algunas pistas para que cualquiera pueda mejorar su existencia mediante gestos maravillosamente simples, y de probada eficacia. Todo lo que cuenta el libro es sencillo. Me gusta la sencillez, porque siempre es elegante.

¿Por qué dice que este libro no se parece a ninguno de los “manuales de felicidad” a los que estamos acostumbrados?
Porque la herramienta que utilizo como armazón tiene un aire peculiar. Es algo que normalmente damos por hecho, que desestimamos. Pocas veces apreciamos las cosas más importantes de la vida. En este libro se habla de algunas de ellas. Y, desde luego, la felicidad no es el objetivo de “El arte de amar la vida”. Precisamente apunto en estas páginas lo poco que me gusta que la felicidad se esté convirtiendo en una especie de tiránica obligación. Eso genera mucha frustración y ansiedad inútiles. La felicidad no es algo tangible y concreto que se pueda comprar a cambio de un puñado de euros.

¿Por qué saber leer, saber escribir y saber hablar son tres cualidades fundamentales para sobrellevar las adversidades?
Porque una persona alfabetizada de verdad es capaz de razonar, de sistematizar conceptos, de interpretar símbolos y de saber jerarquizar los asuntos de su vida. También es competente para alimentarse de cosas que no son puramente materiales, y por tanto de sobrevivir en condiciones hostiles; como las actuales, por ejemplo.

¿A qué se refiere con que no hay que imponer la obligación de ser feliz?
Por todos lados somos estimulados, e incluso presionados, para ser felices: nos “venden” felicidad en refrescos, viajes, coches, ropa… Incluso en libros que nos prometen la fórmula perfecta. Pero no tenemos por qué ser felices a todas horas. Nadie es capaz de conseguirlo. Eso no es más que un ideal. Si bien, mucha gente se lo cree a pie juntillas y luego sufre por no lograr hacer realidad tan grandes expectativas.

¿Qué caminos cree que son los más adecuados para conseguir la felicidad?
El de la conciencia y el de la alegría. No son mala cosa, para empezar. Pero lo importante es el camino, no la meta.

¿Cómo puede ayudar la creación literaria a que apreciemos bien nuestra vida?
En el libro doy algunas pistas, pero estoy segura de que el lector, que siempre es avezado, ya intuye que el placer y el conocimiento que derivan del lenguaje son elementos imprescindibles para ello.

¿Y a forjar nuestra conciencia?
Una conciencia que no se alimenta, muere pronto. Nutrirla es fundamental para poder usarla durante toda la vida.

¿Qué es para usted estar viva?
No lo sé muy bien. Pero estoy pensando en ello.

Entre las citas de personajes famosos que aparecen en El arte de amar la vida, ¿con cuál se quedaría?
“¡Todo mortal!”, como dijo el poeta antes de morir…

¿Está trabajando en algún nuevo proyecto?
Sí, estoy trabajando en varios, en realidad. Un ensayo y una novela. Además de la historia de mi vida, que escribo día a día y me ocupa mucho tiempo.